FAMMA-Cocemfe Madrid, con motivo del Dí­a Internacional de la Mujer, que se celebrará este próximo domingo, 8 de marzo, reclama la adopción de más polí­ticas activas que sirvan para fomentar la integración de las mujeres con discapacidad.

Asimismo, a juicio de la Federación, se debe trabajar para eliminar los estereotipos y prejuicios existentes sobre las mujeres con discapacidad y se le deben proporcionar los recursos precisos para que puedan acceder, por sus propios méritos y valí­a, a la esfera polí­tica o laboral. En este sentido, FAMMA reitera que es necesaria una “polí­tica de méritos” porque, de otra manera, desaparecen las obligaciones de la Administración.

También es importante reiterar que la creación de tejido asociativo que potencie la plena igualdad entre hombres y mujeres es una necesidad acuciante, hecho que ha motivado que FAMMA impulsase la creación de la primera asociación de mujeres con discapacidad fí­sica y orgánica de la región.

Esta nueva entidad, denominada “Asociación para la promoción de los derechos de las mujeres con discapacidad Hipólita”, ha sido constituida formalmente esta misma semana, de forma previa a los actos conmemorativos al Dí­a Internacional de la Mujer 2015 y pretende apuntalar y defender los intereses de las mujeres desde la plena igualdad de oportunidades y en cualquier ámbito de la vida.

La Federación reitera que la inclusión de las mujeres y el pleno respeto hacia sus derechos en cualquier ámbito de la esfera social, laboral o familiar, especí­ficamente en el caso de las que tienen discapacidad, debe forjarse sobre la base de la igualdad de trato y oportunidades. Para ello, a juicio de la Federación, se le deben brindar los recursos precisos, formativos o de otro tipo, para que, en igualdad de condiciones que los hombres, disfruten de los mismos derechos y oportunidades, sin discriminación alguna por razón de género o discapacidad.

FAMMA recuerda que en la Comunidad de Madrid un total de 150.784 mujeres tienen algún tipo de discapacidad, de las que 44.073 tienen discapacidad fí­sica. A dí­a de hoy, siguen experimentando dificultades y desventajas por razón de ser mujeres y tener discapacidad, que ocasiona que sean, en mayor medida, objeto de mayores situaciones de vulnerabilidad, violencia, malos tratos, exclusión, marginación o pobreza.

Por todo ello, la Federación reitera preciso, para dar cumplimiento a los artí­culos 6 y 7 de la Convención de la ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, que versan precisamente sobre “Mujeres con discapacidad” y “Niñas con discapacidad”, respectivamente, que se implementen recursos efectivos para garantizar la plena igualdad de oportunidades en el acceso a la educación, el empleo, la sanidad, o a la participación en la vida pública y social.

Estos recursos, a juicio de la Federación, deben estar orientados a fomentar que las mujeres con discapacidad puedan acceder, por sus propios méritos y valí­a, a cualquiera de los ámbitos mencionados con anterioridad.

Asimismo, FAMMA también quiere incidir en que a dí­a de hoy la sobreprotección familiar es un problema que se debe solventar, con el fin de que las mujeres puedan decidir libremente sobre su vida, especialmente en lo relativo a cuestiones fundamentales como la maternidad o la sexualidad, así­ como también para que gocen de la máxima autonomí­a personal posible que les lleve hacia una vida más plena y normalizada.

Por último, la Federación también quiere aprovechar la celebración de esta efeméride para incidir en que la variable género y discapacidad deben ir de la mano y deben estar incluidas en cualquier estudio social o medida de carácter sociopolí­tica con el fin de que siempre se tenga en cuenta al colectivo de mujeres con discapacidad, así­ como sus necesidades, algo que no siempre ocurre. En este sentido, serí­a preciso que se tenga en cuenta que las mujeres con discapacidad tienen necesidades especí­ficas cuando acuden a recursos sanitarios o de otro tipo, como los orientados a prevenir la violencia de género.

El propio artí­culo 6 de la Convención de la ONU, anteriormente citado, establece que “los Estados Partes reconocen que las mujeres y niñas con discapacidad están sujetas a múltiples formas de discriminación y, a ese respecto, adoptarán medidas para asegurar que puedan disfrutar plenamente y en igualdad de condiciones de todos los derechos humanos y libertades fundamentales”.