FAMMA reclama medidas para que los alumnos del colectivo no queden excluidos de las actividades extraescolares
FAMMA envió recientemente una misiva dirigida a la consejera de Educación de la Comunidad de Madrid, Lucía Figar, en la que se expone que en la actualidad muchos de los denominados ‘centros de integración preferente’ no pueden facilitar a los alumnos con discapacidad la práctica de actividades extraescolares por no disponer de los ‘recursos sociosanitarios’ de apoyo precisos.
Por ello, en la carta, en la que se traslada esta problemática a la máxima responsable en materia educativa del gobierno regional, se pide a la citada Consejería que tome las medidas oportunas para que los colegios de integración -en los que cursan estudios alumnos con discapacidad- dispongan de todos los recursos -tanto materiales como humanos- necesarios para que, de una vez por todas, los estudiantes con discapacidad no sean discriminados y puedan realizar, si lo desean, las actividades extraescolares en igualdad de condiciones que los demás.
Precisamente, la Federación muestra en el escrito su rechazo a que los alumnos con discapacidad de estos centros se vean abocados a quedarse en el aula, o incluso en casa, cuando el resto de estudiantes realizan una actividad extraescolar, sea del tipo que sea. Ello se debe fundamentalmente, según tuvo constancia FAMMA-Cocemfe Madrid, a que en muchos centros no existe el personal suficiente para ayudar a los alumnos con discapacidad (especialmente a los que usan silla de ruedas) a desplazarse, aunque, en ocasiones, también a una mala planificación (escasas o nulas condiciones de accesibilidad).
Por todo ello, FAMMA pide a la consejera de Educación que se estudien con detalle las necesidades existentes en lo referente a los recursos materiales y humanos en estos centros, que deben promover la integración e inclusión del alumnado con discapacidad, para que no se conviertan, precisamente, en lugares hostiles que fomenten la discriminación. Asimismo, FAMMA reitera que situaciones discriminatorias como la que traslada la Federación a la consejera Lucía Figar vulneran los preceptos establecidos en la Convención de la ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, un tratado internacional que fue, precisamente, rubricado por España, y ratificado también por la Asamblea de Madrid, que promueve la igualdad de trato y de oportunidades para las personas con discapacidad. No en vano, el citado tratado establece (en su artículo referente a Educación) que se prestará “el apoyo necesario a las personas con discapacidad” para que se pueda “desarrollar al máximo” su personalidad, su talento y su creatividad, “así como sus aptitudes mentales y físicas”, los objetivos que persiguen, precisamente, las actividades extraescolares.
Por último, FAMMA también recuerda en la misiva a la Consejería de Educación que los centros de integración de alumnado con discapacidad deberían de contar con el suficiente personal especializado de enfermería (entre otros perfiles profesionales como los fisioterapeutas o los logopedas) para que los alumnos con discapacidad estén correctamente atendidos y se les brinde la posibilidad de disfrutar de una vida académica plena y normalizada.