FAMMA muestra su más absoluta…

La escritora Rosa RegásFAMMA-Cocemfe Madrid quiere poner de manifiesto su completa repulsa por el texto publicado en un blog de El Mundo por parte de la escritora y ex directora de la Biblioteca Nacional Rosa Regás, quien calificó de “monstruos” a las personas con discapacidad para “argumentar” su oposición a la reforma de la legislación sobre el aborto anunciada por el ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, que excluirí­a el aborto eugenésico.

En primer lugar, FAMMA-Cocemfe Madrid muestra su respeto a todas las diferentes opiniones acerca de un tema que tanto debate y polémica genera en nuestro paí­s como es la interrupción voluntaria del embarazo, con discrepancias que ahondan en cuestiones religiosas y/o cientí­ficas para defender o rechazar esta prácticas por parte de las mujeres. Desde la Federación, siempre se ha creí­do adecuado que las familias tengan la máxima información al respecto de una discapacidad, previa y posteriormente al nacimiento, y que la causa de un aborto no sea nunca por una discapacidad.

Su desacuerdo, por el contrario, es absoluto cuando para reforzar una postura, personas “inteligente” y “cultas” como Rosa Regás utilizan términos hirientes, despectivos e insultantes contra un colectivo de personas que en la mayorí­a de los casos, sólo necesitan un poco de ayuda para disfrutar de una vida en completa plenitud y llena de felicidad.

Para la Federación madrileña, frases vertidas por Regás en su artí­culo como “que sea el señor Ruiz Gallardón el que tenga que decidir si una mujer ha de dar a luz un monstruo” o “la osadí­a de las mujeres españolas – las europeas ya tienen ese problema solucionado – de no querer dar vida a quien no podrá disfrutarla” exigen por sí­ mismas una inmediata y necesaria rectificación que, sin embargo, no servirá para hacer olvidar a miles de ciudadanos de nuestro paí­s el pensamiento que sobre las personas con discapacidad tiene  la escritora y que, como excelente escritora que es, deberí­a conocer bien los temas sobre los que escribe antes de lanzarse a definir a nuestro colectivo como monstruos y a utilizar términos insultantes de una forma tan contundente e irresponsable.

Javier Font, presidente de la organización, invitó “a la señora Regás a que vea más de cerca la realidad de las personas con discapacidad y sus familias, a que aprenda de ellas y tome su ejemplo para su propia vida y para mejorar sus propios valores y conceptos personales. También podrá comprobar, de primera mano, el esfuerzo que todos en su conjunto realizan para vivir su vida de manera normalizada, a la vez que observará cómo las personas con discapacidad se integran en la sociedad a través del empleo, del ocio, del tiempo libre, del deporte,…al margen de sociedades que puedan castigarles severamente y de personas que como la escritora, utilizan sus palabras para lanzar una opinión que daña la imagen de todo un colectivo”.

Así­, en respuesta a la pregunta lanzada por Regás para terminar su exabrupto, digno de algunos de los mayores irresponsables que han existido a lo largo de la humanidad, que decí­a “…¿no le parece (a Ruiz Gallardón) que antes de dar vida a los monstruos deberí­a ocuparse de que no se resquebrajara la dignidad de los vivos,…”, FAMMA-Cocemfe Madrid considera que la vida de las personas con discapacidad no tiene que estar ni por delante ni por detrás de la dignidad de los vivos, y únicamente debe ser respetada como cualquier otra.

La organización quiere dejar claro que según la definición de la palabra “monstruos” por parte de la Real Academia de la Lengua Española, ésta servirí­a para definir a la propia escritora como un “ser fantástico que causa espanto” por su forma de hablar del colectivo; y al mismo tiempo afirma elegir otra de las acepciones que incluye la misma academia al definir a los “monstruos” como personas de extraordinarias cualidades para desempeñar una actividad determinada, algo que no corresponde a la escritora.

Por último, FAMMA-Cocemfe Madrid quiere recordar que una de las mayores luchas del tejido asociativo de personas con discapacidad ha sido y sigue siendo la utilización de una terminologí­a respetuosa hacia los integrantes del colectivo, teniendo en cuenta que el respeto a la dignidad de una persona comienza por el lenguaje que se utiliza para referirse a ella, y que un mal uso de las palabras puede ser el inicio de una discriminación y una minusvaloración de la que el colectivo quiere desprenderse.