FAMMA denuncia la falta de…

Madrid, 06 de marzo de 2020. – La Federación de Asociaciones de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (FAMMA-Cocemfe Madrid) solicita, con motivo del Día Internacional de la Mujer, la creación de un órgano de coordinación accesible para atender a las mujeres víctimas de violencia de género con discapacidad, dado que actualmente en Madrid, los principales puntos de atención y acogida a mujeres maltratadas no son accesibles.

En la medida que nos alejamos de los núcleos urbanos se acrecienta la problemática que viven las mujeres con discapacidad física y/u orgánica. Sí además, el grado de dependencia es alto, las dificultades para vivir con discapacidad son mucho más complejas porque se multiplican las barreras.

Los distintos municipios de la comunidad Madrid tendrían que impartir formación a profesionales, sobre las peculiaridades de las mujeres con discapacidad física y orgánica, para que se pueda atender sus necesidades con más criterio, en el ámbito de la justicia, la policía, la salud o los trabajadores sociales.

Es importante también que la sexualidad y la maternidad de las mujeres con discapacidad tenga más medios y un tratamiento específico, sensibilizando a los profesionales sanitarios sobre las peculiaridades y necesidades del colectivo con discapacidad.

La falta de accesibilidad de algunos organismos municipales, que deben de velar por evitar o atender a víctimas de violencia de género, junto a la mejorable formación en discapacidad de sus empleados, deja indefensas a las mujeres con discapacidad física maltratadas.

FAMMA reclama a los gobiernos locales que tengan en cuenta a las mujeres con discapacidad, víctimas de violencia de género, en todas las medidas adoptadas para su atención y prevención. Por ejemplo, en Madrid, el Punto Municipal I del Observatorio Regional de Violencia de Género, el Punto Municipal II del Observatorio Regional de Violencia de Género y el Servicio de Atención a Mujeres Víctimas de Violencia de Género (S.A.V.G. 24 Horas) no están adaptados para personas con discapacidad física y deberían de estarlo desde 2017 según el  Real Decreto Legislativo 1/2013.

En palabras del presidente de FAMMA, Javier Font: “Que no esté adaptado para personas con discapacidad, un centro de acogida e información para mujeres víctimas de violencia de género, convierte a una mujer con discapacidad maltratada en una persona, doblemente maltratada, por una persona y por la administración.”.

El problema de la violencia de género es mayor para las mujeres con discapacidad, ya que casi dobla a la que sufren las mujeres sin discapacidad, según constató la Macroencuesta de Violencia contra la Mujer de 2015. Además, el 12% de las encuestadas con discapacidad había sufrido violencia severa, frente al 6,4% de las mujeres sin discapacidad. En este contexto FAMMA aboga por aumentar la accesibilidad y la formación para poder dar respuesta y ayudar a las víctimas de violencia de género con discapacidad.

Según Javier Font: “la administración debe escuchar al tejido asociativo si quiere acabar con la lacra de la violencia de género. Hacer oídos sordos a una situación que existe, pero para la que no se propician elementos facilitadores para dar a conocer los servicios de protección y atención a mujeres víctimas de violencia de género, es un error que no facilita la inclusión ni la protección de las mujeres con discapacidad en nuestra comunidad”.

SITUACIÓN DE LAS MUJERES CON DISCAPACIDAD

La experiencia de la Federación demuestra que, si existe tejido asociativo, y este guarda relación con la administración, la vida de las mujeres con discapacidad física y orgánica mejora sustancialmente, reciben mejor información y servicios, ajustados a sus necesidades y características.

La Federación demanda trabajar más para evitar la sobreprotección familiar y los estereotipos que encasillen a la mujer en determinadas tareas, además de situarlas en una posición de protección, tan alta, que las elimina como mujeres.

Los estereotipos de género, discapacidad y socioculturales configuran una realidad que es discriminatoria para estas mujeres en múltiples áreas de su vida y de su desarrollo personal. Estos estereotipos tienen un impacto considerable en la construcción de la identidad, tanto a nivel individual, como a nivel del colectivo de mujeres con discapacidad, como quedó reflejado en el estudio que publicó FAMMA en 2011 “Mujeres y Discapacidad. Necesidades y Fortalezas”.

Si hablamos de situaciones graves como la violencia de género, no existen órganos de coordinación interdepartamental con áreas tan importantes como, justicia, policía, servicios sociales o sanidad.

La dependencia es un factor fundamental que acrecienta los niveles de violencia de género, agravada por una mayor exclusión y abandono por la administración. Por ello es necesario reforzar los servicios de información y asistenciales en todos los municipios de la Comunidad de Madrid.

SANIDAD MÁS INCLUSIVA

La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que “existen derechos fundamentales de los individuos, incluyendo el derecho a la salud sexual y a la capacidad de disfrutar y controlar la conducta sexual y reproductiva de acuerdo con una ética personal y social”. Desde la Federación se contempla la sexualidad como parte de la rehabilitación integral de la autonomía personal, atendiendo a sus necesidades en la esfera sexual y reproductiva. Por eso, FAMMA-Cocemfe Madrid reclama la formación del personal sanitario en las características especiales de la salud sexual y reproductiva de las mujeres con discapacidad física y orgánica, tanto en atención primaria como en la especialidad de ginecología.

Para los casos de mujeres con paraplejia u otras afecciones que limitan la movilidad, la mayoría de los hospitales madrileños no tiene los espacios amplios, camillas adaptadas y grúas para transferir a la paciente, todo esto, necesario para realizar con normalidad revisiones ginecológicas, ecografías y seguimiento de embarazos.

APUESTA POR LA FORMACIÓN

La Federación trabaja para impulsar una formación de profesionales de las diferentes disciplinas que tratan y trabajan contra la violencia de género, para que tengan presentes las peculiaridades a las que se enfrentan las mujeres con discapacidad física y orgánica, con el objeto de que se pueda atender sus necesidades con más criterio, desde el ámbito de la justicia, la policía, los trabajadores sociales o la salud.

En los casos más acentuados de discapacidad, los que implican perdida de intimidad y la necesidad de asistencia personal, la denuncia de casos de violencia de género puede resultar más difícil, por lo que el apoyo del personal cualificado es especialmente relevante para detectarlo y dar a la víctima las herramientas y pautas necesarias para poder denunciar y acabar con la situación de maltrato.

MÁS DISCAPACIDAD EN EL FIMINISMO

FAMMA reclama mayor visibilidad de la discapacidad dentro de la corriente feminista, una visibilidad que permita ampliar su autonomía personal, desde el conocimiento de sus derechos y deberes, y que, mediante mujeres referentes con discapacidad, inspiren a las nuevas generaciones de mujeres con discapacidad, y sin ella, a seguir aportando a la sociedad su talento.

AUTONOMÍA PERSONAL SIN FRENO FAMILIAR

La sobreprotección que algunos entornos familiares generan alrededor de la discapacidad, y de forma más acentuada en el caso de la mujer, pueden suponer una barrera invisible para el desarrollo personal de las mujeres con discapacidad física y orgánica. Es posible que las mujeres y niñas con discapacidad consigan una verdadera autonomía personal sí se impulsa: su formación; su independencia económica mediante un empleo; y su participación en sociedad con normalidad, en eventos culturales o políticos.

En palabras del presidente de la Federación, Javier Font, “La sobreprotección social de las personas con discapacidad, que puede ser mayor en el caso de la mujer con discapacidad, es un lastre para su crecimiento personal y para su verdadera autonomía personal.”.

En el Día Internacional de la Mujer y durante todo el año, FAMMA-Cocemfe Madrid se suma a la campaña Generación Igualdad de la ONU que exige la igualdad en la remuneración, igualdad a la hora de compartir el trabajo doméstico y de cuidado no remunerado, poner fin al acoso sexual y todas las formas de violencia contra las mujeres y las niñas, servicios de salud que respondan a sus necesidades y su participación en pie de igualdad en la vida política y en la toma de decisiones en todas las esferas de la vida.

Nota de prensa en PDF.

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