FAMMA denuncia la dificultad de…

Persona en silla de ruedas obstaculizada por unas cajasFAMMA-Cocemfe Madrid denuncia la falta de ética de muchas empresas que se niegan a adaptar sus instalaciones y a eliminar barreras arquitectónicas para que las personas con algún tipo de discapacidad puedan trabajar en ellas, socavando el principio de igualdad que deberí­a regir la contratación dentro del todaví­a insensible mercado laboral.

Después de escuchar los testimonios de varios de los usuarios afectados por esta situación,  se cifra en más de un 75% el número de empresas que, utilizando la tan recurrida excusa de la crisis, que no por cierta debe valer para todo, niegan a estas personas el derecho de desempeñar una labor profesional para la que se encuentran perfectamente cualificadas, en muchas ocasiones más que cualquiera de los otros aspirantes al puesto.

Para Javier Font, presidente de FAMMA-Cocemfe Madrid, “es inconcebible cómo en pleno siglo XXI y tras el trabajo que vienen desempeñando múltiples organismos para garantizar la igualdad en el acceso al empleo, continúe habiendo instalaciones sin la pertinente adaptación; y al mismo tiempo indignante que esta razón sea la causa por la que muchas personas con discapacidad no puedan encontrar un trabajo incluso cumpliendo todos los requisitos para desempeñarlo”.

Ejemplo de ello son frases como “Eres un candidato muy apto y válido, pero no se puede decir lo mismo de nuestras instalaciones”, que dan cuenta de la poca consideración que muchas empresas, y a veces también la propia administración, tienen hacia el colectivo. Otras situaciones a las que se han enfrentado algunos usuarios son verse obligados a utilizar accesos alternativos de difí­cil localización que tampoco eran accesibles a pesar de que la empresa habí­a asegurado lo contrario, o tener que hacer entrevistas de trabajo en los pasillos al no ser accesibles los despachos destinados a ello.

“Si no eliminamos las barreras mentales de quienes tienen potestad para revertir la situación, que son los empresarios, el dinero continuará siendo mucho más importante que las personas, lo que discrimina y coloca en una situación de inferioridad a las personas que integran el colectivo, cuando muchas veces demuestran cualidades muy superiores a las personas sin discapacidad”, continúa Font.

La Federación clama por una renovación de las instalaciones y la eliminación sistemática de las barreras arquitectónicas, mucho más factible si desde las propias escuelas donde se forma a los futuros empresarios se incide en la idea de que en la realidad y no sólo en el papel, todas las personas tienen derecho a aspirar a un trabajo digno desde la misma lí­nea de salida y no varios metros por detrás. La lucha del tejido asociativo seguirá centrándose en lograr ese objetivo, y espera que con la ayuda de todos se acabe de lleno con esta injustificable discriminación.