FAMMA comparece en la Comisión…

En la imagen, trancurso de la comparecencia del presidente de FAMMA, Javier Font, esta mañana en la Comisión de Mujer de la Asamblea de Madrid.El presidente de FAMMA-Cocemfe Madrid, Javier Font, ha comparecido esta mañana en la Comisión de Mujer que se ha celebrado en la Asamblea de Madrid con el fin de trasladar a los distintos grupos parlamentarios las principales demandas y reivindicaciones del colectivo de mujeres con discapacidad fí­sica y orgánica de la región.

En la mencionada comparecencia, que ha comenzado a las 10 horas, el presidente de FAMMA ha desgranado las principales preocupaciones que tienen en la actualidad las mujeres con discapacidad fí­sica y orgánica de nuestra región en cuanto a maternidad, empleo, educación o sanidad, así­ como en todo lo relacionado con la participación social de las mujeres con discapacidad o las cuestiones relativas a la prevención de la violencia de género en el colectivo.

Al principio de su intervención ha reiterado que “durante años han sido consideradas como objetos que debí­an ser atendidos y nunca como sujetos titulares de derechos” y que, aunque se ha avanzado en materia de derechos, “la situación de discriminación y exclusión que viven, en ocasiones, las mujeres y niñas con discapacidad” hace que sea urgente adoptar medidas especí­ficas y urgentes para evitar su posible exclusión social.

El presidente de FAMMA ha incidido en que más de 3,8 millones de personas en España presentan alguna discapacidad y que, de ellas, el 58% son mujeres, según la Encuesta del Instituto Nacional de Estadí­stica sobre Discapacidad, Autonomí­a Personal y Situaciones de Dependencia.

Asimismo, el presidente de FAMMA reparó en la importancia que tienen los programas de prevención de violencia de género en el colectivo de mujeres con discapacidad, como el programa que lleva a cabo FAMMA con la colaboración de COCEMFE, denominado “Violencia: Tolerancia Cero”. Ha permitido que más de 60 mujeres en riesgo de sufrir violencia de género hayan recibido este año apoyo y se hayan entrenado en destrezas para saber reconocer este tipo de violencia y para saber ponerle freno.

También ha remarcado que está en marcha ya la creación de la primera Asociación de Mujeres con Discapacidad Fí­sica y Orgánica de la región, que estará constituida por mujeres que han participado en el programa de prevención de violencia de género antes mencionado, y que permitirá trabajar y avanzar en la necesaria igualdad de oportunidades para las mujeres que tienen discapacidad y/o movilidad reducida.

Entre otras cuestiones, el presidente de FAMMA ha reiterado que debe ser prioritario “trabajar sobre las limitaciones que generan barreras sociales a las mujeres con discapacidad como consecuencia de la sobreprotección familiar”, así­ como avanzar hacia una verdadera educación inclusiva, paliando la actual “falta de formación sobre género y discapacidad del profesorado y del resto del personal educativo”. En este sentido, Font remarcó que urge formar al personal docente en materia de género y discapacidad, así­ como “potenciar la inclusión de las mujeres con discapacidad, haciendo especial hincapié en el mundo rural, donde la mujer está mucho más desprotegida”.

El presidente de FAMMA también abordó la situación laboral de las mujeres con discapacidad, incidiendo en la posición de desventaja en la que se encuentran respecto a los hombres. Citó datos de 2012 de la Encuesta de Población Activa del INE que revelan que en ese año habí­a ocupados un total de 207.000 hombres con discapacidad, mientras que las mujeres que lo estaban ascendí­an a 148.000.

Nuevamente, según reiteró el presidente de FAMMA, la sobreprotección familiar “vemos que priva a las mujeres con discapacidad de una oportunidad laboral, así­ como los prejuicios, estereotipos y mitos existentes en la sociedad”.

Urge, por ello, según reiteró Font, “potenciar programas para el fomento del empleo que, con carácter especí­fico, se centren en las mujeres con discapacidad e incentivar a las empresas para que, a través de ayudas públicas, se aumente el número de contrataciones de mujeres con discapacidad, porque cuantas más mujeres se contraten, mayores niveles de autonomí­a conseguirán”.

Asimismo, durante su intervención también hizo referencia a que la “vida laboral de las mujeres con discapacidad no se puede ver truncada cuando quieren ser madres” y, en este sentido, propuso que se amplí­e hasta los dos años la baja por maternidad cuando la embarazada sea una mujer con discapacidad.

“La organización en familia requiere, cuando existe una discapacidad, una mayor previsión en tiempos y plazos ante lo que va a ser un cambio importante en la vida de las personas con discapacidad y mucho más si se es mujer”, argumentó el presidente de FAMMA. Además, Font recordó a los presentes que España se encuentra en el número 14 de la clasificación europea en cuanto a los tiempos de baja maternal, siendo Suecia el paí­s que encabeza esta clasificación, al permitir entre 55 y 58 semanas de baja maternal sin contemplar la variable discapacidad.

El presidente de FAMMA, durante su intervención, también expresó que las mujeres con discapacidad “deben ocupar puestos de relevancia y responsabilidad en las empresas, pero por su propio mérito y no por una cuestión polí­tica u oportunista”. Por tanto, abogó por trabajar para que las mujeres con discapacidad “se formen y estén bien preparadas para desempeñar el ejercicio de sus funciones de manera adecuada y no por una cuestión de género o de discapacidad”.

También remarcó que se debe facilitar a las mujeres con discapacidad la opción de adoptar a niños o a niñas y que deben poder acceder, en igualdad de condiciones que las demás mujeres a “la fertilidad, la maternidad libre, o a los recursos y apoyos a nivel afectivo-sexual o psicológicos que precisen”.

El presidente de FAMMA también incidió en que se debe acercar el servicio de ginecologí­a adaptada a las mujeres con discapacidad, y se deben eliminar las barreras arquitectónicas en las áreas de maternidad de los centros sanitarios y hospitalarios.

En cuanto a violencia de género, el presidente de FAMMA reiteró que las mujeres con discapacidad tienen un riesgo cuatro veces mayor al de las mujeres sin discapacidad de ser ví­ctimas de malos tratos o de sufrir violencia sexual. Y, en este sentido, recordó que ante este tipo de situaciones muchas mujeres “no saben a qué lugares acudir”.

Por último, el presidente de FAMMA ha remarcado que urge que la variable discapacidad esté presente, de forma transversal, en todas las polí­ticas de género o de prevención de la violencia de género de nuestro paí­s, e hizo referencia al artí­culo 23 de la Convención de la ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, que recoge que “los estados parte tomarán medidas efectivas y pertinentes para poner fin a la discriminación contra las personas con discapacidad en todas las cuestiones relacionadas con el matrimonio, la familia, la paternidad (…) para lograr que las personas con discapacidad estén en igualdad de condiciones que las demás, a fin de asegurar que se reconozca el derecho de todas las personas con discapacidad a contraer matrimonio, casarse y fundar una familia sobre la base del consentimiento libre y pleno de los futuros cónyuges”.