FAMMA asegura que es posible una mejor optimización de los recursos
FAMMA-Cocemfe Madrid, cree posible una mejor optimización de los recursos existentes hacia la plena integración del colectivo de personas con discapacidad, si existiera una mejor coordinación entre las distintas administraciones y un mayor conocimiento de éstas sobre los mismos. Actualmente, la disparidad de criterios en la concesión de los recursos, o las diferencias entre unos municipios y otros, es tan distinta que genera grandes desigualdades para las personas con discapacidad.
Otro de los motivos es que la discapacidad tiene prioridades diferentes en la agenda de los municipios, lo que genera una peor calidad de vida para el colectivo, según donde se resida. La Federación cree en la eficiencia de los recursos públicos pero no en la reducción de los mismos para demostrar que pueden ser más eficientes, sino en una adecuada coordinación entre las distintas administraciones para conocimiento y gestión de todos los recursos existentes, que, además cabe recordar, los pagan los ciudadanos y no quienes los gestionan. Pensar otra cosa sería una grave equivocación.
Una manera de gestión eficiente y eficaz pasa por formar e informar a quienes todos los días trabajan directamente con los ciudadanos, equipos técnicos y personal funcionario, para ofrecer la mejor información sobre los recursos existentes y aplicar los mismos a las necesidades de los ciudadanos con discapacidad, de tal manera que se ajusten a cada situación personal. Para ello se debe contar con la colaboración de los agentes expertos para ello.
FAMMA considera imprescindible la creación, desde la Comunidad de Madrid, de un Consejo de Políticas Transversales para la Integración del Colectivo de Personas con Discapacidad regulado con rango de Ley, que obligue a la participación e implicación de los 179 municipios que conforman la Comunidad de Madrid. No generaría gasto alguno y significaría la implicación de todos los municipios en algo muy importante para su ciudadanía. Otros organismos públicos, como la Federación Madrileña de Municipios, han quedado en un experimento poco operativo.
Javier Font, presidente de FAMMA-Cocemfe Madrid: “es indudable que en pleno siglo XXI la Discapacidad entiende superada la tutela que, históricamente, han ejercido los servicios sociales sobre el sector, como también reconoce su necesaria participación en la actualidad, lo que no quita para que el resto de áreas implicadas, por ejemplo; empleo, accesibilidad, autonomía personal educación, entre otras, colaboren de manera complementaria en la integración del colectivo de personas con discapacidad. Es por ello que siempre hemos reivindicado la intervención de todas las Consejerías del Gobierno de la Comunidad de Madrid porque creemos que con ese aporte, la Discapacidad, y por lo tanto sus familias, estarán mejor atendidas”.
La optimización de recursos pasa, por no aplicar subvenciones más testimoniales que efectivas, por ejemplo para el transporte, cantidades que dan para ir en taxi adaptado en 3 ó 4 ocasiones al mes, pero en modo alguno para disponer de un transporte durante un año completo para formarse, estudiar o trabajar. Por dónde no pasa, es por la reducción o eliminación de ayudas o recursos.
Pero, para Javier Font: “las ayudas de este tipo, subvenciones y concesiones, son necesarias y muy bienvenidas pero el sector no puede estar a expensas de los buenos o malos años de la Administración o de la sociedad. Quiere generar su propio beneficio impulsando la parte, por ejemplo, empresarial y, sobre todo, el acceso al trabajo. Una de las vías más lógicas, pasa por reforzar la integración laboral de las personas con discapacidad para transformar su dependencia por independencia, su protagonismo de sujeto receptor de servicios por el de contribuyente. Las personas con discapacidad, las que pueden, estudian, utilizan el transporte, trabajan, van al médico, compran, se divierten, etc. y pagan los mismos impuestos que cualquier persona. Se les debe, pues, la misma atención”.
FAMMA cree que optimizar recursos es invertir y apostar por las personas con discapacidad, repartir responsabilidades, presupuesto y líneas de trabajo para conseguir objetivos que son reales, asumibles, abordables. “Para la utopía siempre hay tiempo, igual que para la poesía o los cuentos de hadas, pero el futuro se escribe en negro sobre blanco sobre las páginas del presente. Es, además, un reto para todos nosotros desde el mundo de la política, al de la discapacidad, desde la inteligencia a la imaginación, desde los sueños a la realidad. Lo único que hay que hacer es ponerse a trabajar”, señala Javier Font.