Expertos españoles realizan 'crash-test' con…

En la imagen, un coche de pruebas durante un 'crash-test'.El cinturón de seguridad o el airbag son algunos de los elementos de seguridad que más vidas salvan en los accidentes de tráfico. Para comprobar su eficacia y fiabilidad la Universidad de Zaragoza realiza pruebas de choque en las que se usan cadáveres humanos donados a la investigación, una práctica que, por primera vez se está desarrollando en España, en el Instituto de Investigación en Ingenierí­a de Aragón. Su objetivo: conseguir coches que protejan mejor a sus ocupantes.

Precisamente, realizar pruebas de choque para estudiar cómo responde un cuerpo humano ante un impacto y comprobar las diferencias existentes entre mujeres, niños, ancianos… Es la finalidad de una investigación que puso en marcha el Instituto de Investigación en Ingenierí­a de Aragón, dependiente de la Universidad de Zaragoza, centrándose, concretamente, en el comportamiento de la columna vertebral durante un impacto.

Asimismo, los investigadores pretenden conseguir, en última instancia, desarrollar coches cada vez más seguros, que protejan mejor a sus ocupantes. A diario, dummies que representan a los diferentes tipos de seres humanos, son sometidos a estas pruebas en institutos de investigación y departamentos técnicos, tanto independientes como pertenecientes a fabricantes de automóviles, de todo el mundo. La novedad es que, ahora, los dummies serán reemplazados por cuerpos donados a la ciencia. Ya han comenzado unos ensayos pioneros en España, que marcarán un hito en la historia de la investigación en nuestro paí­s, porque solo hay siete laboratorios en todo el mundo autorizados a usar cuerpos humanos en pruebas de choque.

Por otro lado, en las pruebas de choque que se van a realizar participará un equipo multidisciplinar, formado por personal médico e ingenieros. Además, toda la investigación será supervisada por un comité formado por expertos en ética que asegurará que todas las prácticas respetan al máximo la dignidad del donante. Los ensayos representarán casos reales, pero “sin probar situaciones extremas, como que no lleven cinturón de seguridad, que sabemos terminan en lesiones muy graves”, aclara López-Valdés. Para las pruebas, los ‘dummies humanos’ ”“de los que se dispondrá a través de convenios establecidos con centros de coordinación de donaciones”“ se preparan previamente para que se parezcan a un humano vivo. Llevarán implantados una serie de sensores en diversas partes del cuerpo (especialmente en columna vertebral, cabeza y tórax), que permiten medir con precisión cómo reaccionan esas estructuras durante el impacto.