Descubren que la alergia a las proteínas de la leche de vaca puede revertirse de forma natural
La alergia a las proteínas de la leche de vaca afecta al 3 por ciento de los bebés y su prevalencia se está aumentando, lo que acaba condicionando la dieta de quienes la padecen, si bien actualmente se ha visto que con un abordaje especializado basado en la alimentación con fórmulas hidrolizadas de caseína con el probiótico LGG puede llegar a revertirse.
Así lo han destacado los asistentes al congreso de la Sociedad Española de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica (SEGHNP) que se ha celebrado en Pamplona, donde han recordado que las consecuencias de un ‘shock’ anafiláctico como consecuencia de estas alergias pueden ser fatales si no se toman medidas. Esta alergia se produce cuando el sistema inmunológico de un niño identifica las proteínas contenidas en la leche de vaca como peligrosas y puede causar problemas digestivos, dificultades respiratorias, erupciones cutáneas o inflamación de la cara.
El tratamiento inicial consiste en suprimir la leche de la dieta pero ahora han visto que, a diferencia de otras alergias alimentarias, los afectados pueden llegar a tolerarla de forma natural, e incluso en los primeros doce meses de vida. En concreto, un estudio publicado en la revista ‘The Journal of Pediatrics’ ha revelado que 8 de cada 10 niños con alergia a la proteína de la leche de vaca tratados con una fórmula extensamente hidrolizada de caseína que incluye Lactobacillus rhamnosus (LGG) pueden adquirir la tolerancia oral en el plazo de un año en comparación con otros tipos de fórmulas incluidas en el estudio. En este sentido, el profesor Juan José Díaz, de la Sección de Gastroenterología y Nutrición Pediátrica del Hospital Universitario Central de Asturias (Oviedo), reconoce que esto permitiría a los afectados «volver a una dieta normal más rápidamente, minimizando así el impacto sobre su vida».
Por último, mientras la alergia persista, la dieta de alimentos sólidos del bebé estará limitada ya que no pueden consumir productos lácteos elaborados a base de leche de vaca ni productos derivados que contengan esta proteína, teniendo repercusiones nutricionales.