En una comparecencia convocada por sorpresa y con apenas media hora de antelación, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, acaba de anunciar su dimisión como diputada regional y como dirigente regional, así­ como su retirada “de la primera lí­nea de la polí­tica”. Aguirre, que se lo ha comunicado a Mariano Rajoy esta misma mañana, ha anunciado que pedirá el reingreso como funcionaria. El número dos de Aguirre y hasta ahora vicepresidente regional, Ignacio González asumirá el cargo en funciones hasta que se convoque un nuevo debate de investidura.

“Tengo la certeza de que para un polí­tico es esencial elegir el momento y la forma de su retirada y yo he llegado a la conclusión de que este era el mejor momento”, ha declarado la presidenta con semblante muy serio.

La primera pregunta ha sido sobre su estado de salud tras el cáncer de pecho que padeció y Aguirre ha admitido que fue muy grave pero que está “presuntamente curada”. La ya expresidenta ha confesado, a punto de llorar, que está cansada, que la polí­tica es un trabajo que exige mucha dedicación y esfuerzo y que quiere estar más tiempo con su familia.

Sobre la reacción de Rajoy, ha dicho que no tiene por costumbre revelar conversaciones ajenas pero que cree que el presidente del Gobierno la ha “comprendido”.

Preguntada sobre quí§e es de lo que se siente más orgullosa, ha dicho que la implantación del bilingí¼ismo en Madrid. “Estoy encantada de que no se haya filtrado nada”, ha dicho sobre la auténtica sorpresa que ha supuesto su adiós. Sus últimas palabras han sido para subrayar, tajante, que no habrá vuelta atrás. “¿ya está, ha quedado algo más?”, ha dicho a los periodistas antes de levantarse y dejar la sala tras apenas media hora de comparecencia.