España es el tercer paí­s…

En la imagen, una persona con demencia.En España se calcula que hay 1.150.000 personas y familias afectadas por enfermedades neurodegenerativas, un grupo de enfermedades que se convertirán en las más prevalentes del paí­s: el Plan Estratégico de Neurologí­a señala que en 2017 habrá un incremento de más de 120.000 nuevos pacientes con alguna de las siete enfermedades neurológicas de mayor incidencia (demencia, párkinson, ictus o esclerosis múltiple).

Estas patologí­as (que incluyen también alzheimer, esclerosis múltiple, enfermedades neuromusculares y esclerosis lateral amiotrófica) influyen gravemente en las capacidades del individuo (el movimiento, la memoria y el pensamiento, el lenguaje, etc.) y su calidad de vida, impidiéndoles realizar incluso las actividades más cotidianas, lo que genera una elevada dependencia y la necesidad de un cuidador, principalmente en los casos más avanzados. El principal reto para las Neurociencias en los próximos años es poner lo mejor de nosotros mismos para paliar las consecuencias de la neurodegeneración. “Muchos de los pacientes sufren constantemente los efectos de estas enfermedades que, si no se tratan adecuadamente, pueden causar graves problemas para los pacientes y sus cuidadores, y mermar su calidad de vida”, afirma el doctor Juan Carlos Martí­nez Castrillo, Coordinador de la Unidad de Trastornos del Movimiento del Servicio de Neurologí­a del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid. “No se prevén medidas a corto o medio plazo que ayuden a la prevención de las enfermedades neurodegenerativas. Por eso, el principal reto para las Neurociencias en los próximos años es poner lo mejor de nosotros mismos para paliar las consecuencias de la neurodegeneración.

Por último, esta neurodegeneración es uno de los factores más determinantes contra los que luchar para una supervivencia saludable de nuestra especie, porque nuestro cerebro es lo que nos hace más genuinamente humanos”, prosigue el doctor Martí­nez Castrillo.