En España viven 420.000 personas…

En España viven 420.000 personas con daño cerebral, una discapacidad causada por ictus y traumatismos craneoencefálicos que requiere de una atención especí­fica, la cual reclama la Federación Española de Daño Cerebral (FEDACE), con motivo del Dí­a del Daño Cerebral, que se celebra este domingo 26 de octubre.

Las personas con daño cerebral se encuentran con multitud de dificultades para lograr una plena reintegración social y de acceso a una recuperación funcional; “el 68% de las personas con daño cerebral presentan discapacidad para realizar alguna actividad básica de la vida diaria y el 45% lo hacen en grado severo o total”, advierte la presidenta de FEDACE, Amalia Diéguez. “Cada persona con daño cerebral se enfrenta a diario, y junto a su familia, a dificultades que complican su recuperación funcional y su participación”, explica Diéguez, quien lamenta que, a pesar de ser un colectivo tan grande,” sea poco conocido, incomprendido y con dificultades de acceso a una recuperación funcional y muchas barreras para la inclusión social.

Desde la federación se ha realizado el manifiesto ‘Una vida salvada merece ser vivida’ donde se reclama “el derecho a una vida digna para las personas con daño cerebral y sus familias” y, para ello, creen que debe desarrollarse una prestación sociosanitaria que garantice la continuidad asistencial, la adecuada recuperación funcional y la participación social de las personas con DCA. “Para ello reclamamos respuestas coordinadas desde la Administración Central, las Administraciones autonómicas y las locales, que impliquen al Sistema Nacional de Salud (SNS) y al Sistema para la Autonomí­a Personal y Atención a la Dependencia”, afirma.

Solicitan una red de recursos, programas y servicios homologados para atender sus necesidades especí­ficas, “garantizando el acceso universal independientemente del poder adquisitivo o del territorio en que vivan”. Y, para ello, “es importante que la administración asuma la responsabilidad de regulación y supervisión a la hora de homologar y establecer protocolos de validación y derivación a estos recursos y servicios”. También piden que se impulse la investigación en técnicas rehabilitadoras y productos de apoyo para la autonomí­a de las personas con daño cerebral; y se establezcan programas de apoyo a las familias, porque “el episodio de daño cerebral tiene un impacto brutal sobre la familia”.

Por último, además, solicitan el reconocimiento y apoyo a la sostenibilidad del asociacionismo, de modo que se garantice la sostenibilidad económica de las asociaciones que hacen una labor en defensa de los derechos de las personas con daño cerebral.