El último caso de violencia…

La delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, ha puesto énfasis en la especial crueldad del último caso de violencia de género en la región ”“el segundo en el paí­s en lo que va de año”“ al padecer la agredida una discapacidad, concretamente auditiva.

La Confederación Estatal de Personas Sordas (CNSE) ha reclamado una mayor celeridad en la adopción de medidas contra la violencia de género entre las mujeres sordas, tras conocer el suceso ocurrido ayer en Tetuán, en el que una mujer sorda falleció presuntamente a manos de su compañero sentimental, según ha informado en un comunicado.

Por ello, la CNSE ha remitido una carta al Ministerio de Sanidad, Polí­tica Social e Igualdad para que no se olvide de la violencia contra las mujeres sordas, “un colectivo especialmente vulnerable por su doble condición de mujer y persona con discapacidad”.

En su escrito, la entidad ha reclamado una “mayor celeridad” en la adopción de medidas que garanticen la accesibilidad universal al teléfono 016 y al resto de recursos dirigidos a las ví­ctimas de malos tratos, como los servicios de teleasistencia y los servicios para mujeres con orden de protección.

El presunto autor de la muerte de su pareja en la calle Ofelia Nieto, detenido ayer domingo por la Policí­a Nacional, es un sordomudo que responde al nombre de Santiago F.R. Según las primeras investigaciones, habrí­a estado mandando varios mensajes a su hermano contándole que estaba deprimido y que pensaba matar a su novia.

En cuanto el hermano del presunto homicida vio estos mensajes por la mañana, tras despertarse, alertó al 091 de lo que ocurrí­a, pero cuando llegaron los agentes se encontraron con el cuerpo sin vida de Thi Thanh Tam T., de 38 años y origen vietnamita.

Cifuentes ha detallado que el detenido tení­a antecedentes por violencia de género, además de una orden de alejamiento de su anterior pareja. Agresor y agredida eran personas con discapacidad auditiva. Este caso, en opinión de la delegada, ha sido “más cruel” por el “aislamiento” de la ví­ctima por su discapacidad “al no poder comunicarse con los vecinos”.