El sobrepeso es el responsable…

Expertos de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (Seedo) y de la Sociedad Española de Oncologí­a Médica (SEOM) indicaron que el exceso de peso está implicado en entre el 15% y el 20% de las muertes de pacientes con cáncer.

La obesidad es una enfermedad crónica y de tendencia epidémica que, en España, afecta al 22,9% de la población adulta; es decir, uno de cada tres o cuatro españoles es obeso. Entre las principales comorbilidades asociadas a la obesidad están la diabetes mellitus tipo 2, la hipertensión arterial, la enfermedad cardiovascular y el cáncer. Según la SEOM, “el 30% de las muertes por cáncer se podrí­an evitar con hábitos de vida saludables”. “El exceso de peso, en el momento del diagnóstico, se ha relacionado también con un peor pronóstico”, indicó la doctora Purificación Martí­nez de Icaya, miembro de la Seedo.

 

Existen diversos estudios que demuestran como la pérdida de peso en los supervivientes de un proceso neoplásico, a través de la reducción de la ingesta calórica, de la mejorí­a de sus hábitos dietéticos y del incremento de la actividad fí­sica, consigue numerosos beneficios, entre los que se encuentran una mejor calidad de vida, una mayor capacidad fí­sica, menor incidencia de comorbilidades como la diabetes o la enfermedad coronaria y un cambio favorable en los factores biológicos relacionados con el riesgo y el pronóstico de cáncer.

Según los especialistas de la Seedo y la SEOM, “aún queda mucho por investigar en la relación entre dieta y cáncer, pero es un hecho probado que determinados nutrientes funcionan de escudo protector contra numerosas enfermedades oncológicas y otros, sin embargo, favorecen su desarrollo o dificultan su tratamiento”. Los expertos aconsejan la reducción en el consumo de carnes rojas y el incremento de fibra cereal, los alimentos con capacidad antioxidante, como las verduras de hoja, las verduras y frutas anaranjadas y rojas y otros como el ajo, la cebolla, el puerro, las especias y hierbas aromáticas, el té, vino, uvas, frutos secos o aceite de oliva virgen. “Los alimentos que conforman el patrón alimentario de la dieta mediterránea podrí­an reducir hasta un 30% el riesgo de desarrollar cáncer de mama”, según el Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama.