Los casos de pacientes con…

En la imagen, una persona con el Sí­ndrome de Hikikomori.El Hikikomori es un sí­ndrome por el que quienes los sufren se aislan totalmente del resto de la sociedad. Hasta hace poco se pensaba que sólo habí­a casos en Japón y se vinculaba a la cultura nipona.

Sin embargo, un estudio sobre este trastorno elaborado por el Instituto de Neuropsiquiatrí­a y Adicciones del Hospital del Mar de Barcelona recoge 164 casos en toda España. Se pensaba que el trastorno estaba vinculado a la cultura japonesaSe trata del primer estudio a nivel europeo sobre las caracterí­sticas clí­nicas y sociodemográficas del hikikomori o aislamiento social y ha sido publicado en la revista International Journal of Social Psychiatry, según ha informado este martes el centro. Los autores advierten que se trata de un problema subestimado en España hasta ahora por la dificultad para acceder a estas personas y por la falta de equipos de atención especializada a domicilio. El hikikomori, término empleado en la literatura cientí­fica por primera vez en 1986, es un sí­ndrome psicopatológico y sociológico que sufren personas que se retiran completamente de la sociedad durante al menos seis meses, recluyéndose en su casa para evitar cualquier compromiso social que no sea virtual. Inicialmente, se creí­a que estaba vinculado únicamente a la cultura nipona pero se han detectado caso en otros paí­ses como Omán, Italia, España, India, Estados Unidos y Corea. Suele ser un sí­ntoma grave de otra patologí­a mental”Hasta ahora en España sólo se habí­an reportado casos puntuales de hikikomori y esto parece estar motivado porque son pacientes que están en su domicilio, no piden atención médica ni tienen otros trastornos de conducta que puedan ser detectados por los servicios médicos de emergencia o por equipos ambulatorios”, explica el doctor Ví­ctor Pérez-Solí , director del Instituto y responsable del estudio. Sin embargo, la creación en Barcelona de un servicio de atención domiciliaria para personas con trastornos mentales graves, “ha permitido sacar a la luz la verdadera dimensión de este sí­ndrome”, añade.