El simulador de carreras de…

La marca Hyundai ha presentado un innovador simulador de carreras que ya sirve de tratamiento para personas con daño cerebral adquiridoSe trata de simulador de carreras patrocinado por la empresa de automoción, cuyo software se ha adaptado como terapia.

Dicho programa fue iniciado por el equipo médico del Hospital Beata María Ana para llevar a cabo una investigación en pacientes con daño cerebral adquirido que quieren volver a conducir.

En palabras del doctor Marcos Ríos-Lago, coordinador de la Unidad de Daño Cerebral del Hospital Beata María Ana, “el uso del simulador, una vez adaptado su software a nuestras necesidades terapéuticas, mejora las habilidades cognitivas de los pacientes, como la atención, la velocidad y la percepción. Además, también mejora las habilidades motoras, las cuales permitirán la recapacitación para conducir en vías públicas”.

Se trataba de la primera vez que el simulador de carreras de Hyundai se instalaba en un hospital español para integrarse en las rutinas de los pacientes con daño cerebral con el objetivo de ayudarles a recuperar las destrezas y habilidades necesarias para volver a conducir en la vida real. Ahora, tan solo tres meses después de su puesta en marcha, el programa ha obtenido muy buenos resultados en los pacientes. Tanto es así, que los avances conseguidos han despertado el interés de otros centros que trabajan con pacientes neurológicos.

Al respecto de la posibilidad de que otros centros incorporen un programa de intervención con simulador como terapia, el coordinador de la Unidad de Daño Cerebral del Hospital Beata María Ana añade que “desde hace años se investiga sobre la velocidad de procesamiento de información con miembros superiores en diferentes grupos clínicos, como traumatismos craneoencefálicos, Parkinson, Esclerosis Múltiple y Salud Mental, pero ahora se inicia una nueva línea en la que colaboran la Unidad de Daño Cerebral del Hospital Beata María Ana, la Universidad Francisco de Vitoria, la Universidad Complutense, la UNED y el CSIC. De este modo, se aprenderá sobre la velocidad de respuestas motoras con miembros inferiores y se podrá avanzar en la selección de candidatos para conducir con seguridad, optimizar los tratamientos, así como se podrán proponer adaptaciones de los vehículos que consideren con más detalle las capacidades y dificultades de cada persona tras la lesión”.

“Aún es pronto para evaluar el grado de éxito del programa y el porcentaje de pacientes que podrá volver a conducir, pero lo que sí señala la literatura científica es que, quienes vuelven a conducir tras un entrenamiento específico en esta habilidad, no muestran diferencias con el resto de la población en siniestralidad o dificultades de algún tipo”, ha señalado.