El riesgo cardiometabólico es mayor…

La falta de sueño y la obesidad se han asociado con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares y metabólicas en adultos y niños de poca edad, pero la relación no es tan clara en los adolescentes, un grupo de edad conocido por no dormir el tiempo adecuado y tener una tasa de prevalencia de sobrepeso y obesidad del 30 por ciento en Estados Unidos.

En un nuevo estudio que se publica en ‘The Journal of Pediatrics’, sus autores encontraron que los patrones tí­picos de sueño también pueden predecir el riesgo cardiometabólico en adolescentes obesos. Heidi B. IglayReger y sus colegas de la Universidad de Michigan y la Universidad de Baylor, en Estados Unidos, estudiaron a 37 adolescentes obesos con edades de entre 11 y 17 años. Los investigadores midieron las caracterí­sticas del sí­ndrome metabólico (colesterol en ayunas y azúcar en sangre, circunferencia de la cintura, í­ndice de masa corporal [IMC] y la presión arterial) para crear una puntuación de riesgo cardiometabólico.

Se equipó a los adolescentes con un monitor de actividad fí­sica, que llevaron 24 horas al dí­a durante siete dí­as para medir los patrones tí­picos de la actividad fí­sica y el sueño. Un tercio de los participantes cumplió la recomendación mí­nima de realizar actividad fí­sica por lo menos 60 minutos al dí­a; la mayorí­a de los involucrados durmió aproximadamente siete horas cada noche, despertándose al menos una vez, y sólo cinco cumplieron con los mí­nimos recomendables de 8,5 horas de sueño por noche. Incluso después de controlar los factores que pueden influir en el riesgo cardiometabólico, como í­ndice de masa corporal y actividad fí­sica, los bajos niveles de sueño seguí­an siendo un importante predictor de riesgo cardiometabólico en adolescentes obesos. Esto muestra que incluso entre los que ya están considerados en riesgo de enfermedades cardiometabólicas, en este caso los adolescentes obesos, la disminución de la duración del sueño fue predictiva de mayor riesgo cardiometabólico.