El plan se ha elaborado en colaboración con las asociaciones y colectivos de personas con discapacidad y sus familias y atendiendo sus demandas de “reconfigurar un modelo” de asistencia y ayudas que permita a esas personas “vivir con su gente y en su entorno”.

Se trata, según ha indicado, de “cubrir sus necesidades para que puedan tener una vida independiente, digna y plena”, un reto que supone “poner el listón muy alto” y hacia el cuál se podrá ir avanzando paso a paso en “un recorrido de fondo”, avanzando en los servicios sociales de la Diputación Foral y consolidando lo ya conseguido, ha indicado la diputada. El Instituto Nacional de Estadí­stica revela que de las 92.200 personas con algún grado de discapacidad del territorio, el 60 por ciento son mujeres y el 40 % hombres. La base de datos de la Diputación Foral indica que a finales del 2015 en Bizkaia viví­an 64.918 personas con un grado de discapacidad igual o superior al 33 por ciento, de las que 37.285 eran hombres y representan el 57 por ciento, y 27.633 eran mujeres, que son el 43 por ciento. Un 52 por ciento del total, presentan una discapacidad fí­sica u orgánica, un 21 por ciento padece una enfermedad mental, un 16 % una discapacidad sensorial y un 9 por ciento una discapacidad intelectual. El plan de la Diputación Foral prevé una baterí­a de acciones dentro de un primer eje de actuación para promover condiciones adecuadas para que las personas con discapacidad alcancen su máxima autonomí­a, inclusión y participación activa en la comunidad. También incluye acciones por la accesibilidad universal y la igualdad de oportunidades, además de un trato adecuado y no discriminatorio, junto a iniciativas para garantizar la universalidad y el acceso a las prestaciones y servicios forales.