El orégano podrí­a servir para…

Un equipo de cientí­ficos ha encontrado que el carvacrol, la sustancia en el aceite de orégano que da a esta especia tan utilizada en la pizza su sabor y su distintivo olor cálido y aromático, es eficaz contra el norovirus al romper la dura capa externa del virus, según recoge en su edición del pasado miércoles ‘Journal of Applied Microbiology’.

El norovirus, también conocido como la enfermedad de los vómitos de invierno, es la principal causa de vómito y diarrea en todo el mundo. Es particularmente problemático en los hogares para personas mayores, hospitales, cruceros y escuelas, y es una causa muy común de los brotes de enfermedades de origen alimentario. Aunque la enfermedad es desagradable, la mayorí­a de los afectados se recuperan por completo a los pocos dí­as, pero aquellos individuos con un problema médico grave existente, este virus altamente infeccioso puede ser peligroso. “El carvacrol podrí­a potencialmente ser utilizado como un alimento desinfectante y, posiblemente, como un desinfectante de superficies, especialmente en combinación con otros antimicrobianos. Tenemos mucho trabajo que hacer para evaluar su potencial, pero el carvacrol tiene una forma única de atacar al virus”, explica la directora del trabajo, Kelly Bright, doctora de la Universidad de Arizona.

Por desgracia, es casi imposible de trabajar con la forma humana de norovirus en el laboratorio por lo que la investigación se llevó a cabo utilizando la forma del virus en el ratón, que se considera la más similar en su resistencia a los agentes antimicrobianos y desinfectantes. En los experimentos, carvacrol parecí­a actuar directamente sobre la cápside del virus, una capa dura de proteí­nas que envuelve al virus, y provoca su descomposición, lo que darí­a a otro agente antimicrobiano la oportunidad de entrar en la parte interna del virus y matarlo. Así­ que si se usara carvacrol como un desinfectante en el futuro, es probable que sea en combinación con otro antimicrobiano.

Debido a que es de acción más lenta que muchos desinfectantes, como la lejí­a, serí­a mejor utilizarlo como parte de un régimen de limpieza rutinario para dejar residuos antimicrobianos de larga duración en las superficies. La buena noticia es que debido a que el carvacrol actúa sobre las proteí­nas externas del virus, es poco probable que alguna vez el norovirus desarrolle resistencia. Además, es seguro, no corrosivo y no produce ningún gas nocivo o subproducto dañino. Esto hace que sea especialmente atractivo para su uso en entornos en los que las personas puedan ser vulnerables a la lejí­a tradicional o limpiadores a base de alcohol, como escuelas, hospitales, centros de atención a largo plazo, guarderí­as infantiles y centros de rehabilitación de drogadicción y alcoholismo.