EL MINDFULNESS EN LA ESCUELA

 

Desde hace unos años el mindfulness ha ido introduciéndose progresivamente en las aulas de los centros educativos de todo el mundo sin importar la edad de su alumnado.

El mindfulness o atención plena fomenta un enriquecimiento personal del alumnado, que redunda en una mayor capacidad de concentración, así como una mejora en su equilibrio emocional y sus relaciones sociales.

La práctica del mindfulness beneficia a la totalidad del alumnado, por lo que su introducción en el aula se percibe como una práctica inclusiva, pudiendo llevarse a cabo de muy diferentes maneras y a través de diversos recursos.

 

El Mindfulness se basa en una forma, pensamiento o actitud ante la vida centrada en el momento presente. Algunos lo asemejan con una técnica meditativa que se centra en el momento presente (el ahora) para potenciar las habilidades cognitivas.

UN POCO DE HISTORIA: EL ORIGEN DEL MINDFULNESS

El conocido mindfulness (inglés) tiene su origen en el budismo. Proviene de la palabra “sati” que se traduce en “consciencia, atención y recuerdo”. En español, por tanto, se le conoce como “atención plena”.

Así, en el budismo antiguo, la atención plena se definía como “la facultad de la mente de no olvidarse del objeto, cuya función es la de evitar la distracción”, y también como “la capacidad de la mente para no alejarse del objeto mental” (Villalba, 2019, p.49).

Además, la práctica del mindfulness se relaciona con el bien y la felicidad, tanto en uno mismo como en los demás, de manera que se busca profundizar en las causas del malestar o sufrimiento, así como en la conciencia de las consecuencias de los actos, palabras y decisiones hacia nosotros mismos y los demás.

La técnica mindfulness fue desarrollada por el doctor Jon Kabat-Zinn, quien la aplicaba en sus pacientes crónicos del Hospital de la Universidad de Massachusetts (EE.UU) para reducir sus niveles de estrés.

Su éxito en este campo ha llevado el mindfulness a otros ámbitos, destacando en la actualidad el de la educación.

 

EL MINDFULNESS EN EL MUNDO EDUCATIVO: ¿POR QUÉ INTRODUCIR EL MINDFULNESS COMO RUTINA DENTRO DE LAS AULAS?

El mindfulness enfocado a los niños puede entenderse bajo una visión de responder a la necesidad existente para encontrar un poco de tranquilidad, tanto física como mental, en esta actualidad tan exigente y activa.

La importancia de introducirlo desde edades tempranas reside en aprovechar la naturaleza de mente curiosa que tienen los niños, ellos siempre quieren saber. Aunque se piense lo contrario, son buenos en prestar atención, pero a menudo están ocupados, fatigados o expuestos a demasiados estímulos que nos les permiten centrar su atención. Además, los niños y niñas pequeños disfrutan más del presente, y a medida que crecen comienzan a preocuparse por cuestiones del pasado y del futuro.

Con la práctica de la atención y el estar conscientemente presentes, los niños y niñas aprender a parar por un momento y centrarse en lo que piensan, quieren o necesitan en ese momento.

De esta manera, los ejercicios de mindfulness son apropiados a partir de los 5 años para todos los niños.

Su temprana puesta en práctica e introducción como una rutina diaria del aula, favorecerá, entre otras cosas:

  • Relajar su cuerpo y calmar la mente, lo que les hará estar más tranquilos, ser más positivos y reducir los niveles de estrés.
  • Mejorar la atención y concentración (control inhibitorio, memoria de trabajo y flexibilidad cognitiva).
  • Aprender a sentir y comprender sus emociones, así como a controlarlas.
  • Aumentar la confianza en sí mismo y aprender habilidades de interacción social (relación con sus iguales, resolución eficaz de situaciones conflictivas, mejora de la convivencia…).
  • Potenciar la creatividad.

 

PROPUESTAS DE MINDFULNESS PARA EL AULA

El mindfulness debe introducirse como algo cotidiano y natural del día a día del aula a través de juegos, técnicas de respiración, ejercicios de relación y concentración… que ayuden a los niños y niñas a centrarse en el momento presente, ignorando las posibles distracciones del entorno.

Aspectos básicos a tener en cuenta:

Es muy importante crear un ambiente adecuado para su desarrollo, e incluso crear material pedagógico, tangible y manipulativo para profundizar en el aprendizaje de esta técnica.

Realmente no es necesario mucho tiempo, con unos pocos minutos al día puede llegar a ser suficiente. Lo más importante es la constancia para poder llegar a crear el hábito.

Posibles actividades:

Las actividades que se pueden plantear desde el aula pueden ser muy variadas. Pueden ir desde:

  • Actividades físicas: las cuales es aconsejable hacer en un espacio abierto, ya que el movimiento es una forma muy buena de interiorizar el mindfulness, además de tener un efecto relajante y satisfacer las necesidades de movimiento de los niños y niñas.
  • Ejercicios de meditación centrados en la respiración, y combinados con ejercicios sencillos de estiramiento y movilidad, integrando estas técnicas como algo natural.

Materiales y espacios:

Además, la técnica mindfulness permite trabajar con otros sentidos, a través de experiencias sensoriales y táctiles, que en edades tempranas tienen muy buena acogida y producen un efecto calmante, ya que pueden tocar, manipular y jugar con ellos.

Ejemplos de estos materiales pueden ser:

  • Una onda para aprender controlar la respiración.
  • Un bote de la calma (que se puede hacer con material de uso cotidiano).
  • Laberintos cerebrales para resolver mientras se controla la respiración.
  • Mandalas para colorear.
  • Canicas de agua (orbeez).

Además de presentar estos materiales en el aula y enseñar sus diferentes utilidades, se puede crear un espacio específico dentro del aula al que acudir cuando los niños y niñas sientan que necesitan relajarse, concentrarse, pensar… el rincón de la calma.

 

NUEVAS TECNOLOGÍAS PARA PONER EN PRÁCTICA EL MINDFULNESS

Y como no, en la actualidad, no podemos dejar de lado las posibilidades que nos ofrecen las nuevas tecnologías en la educación.

De esta manera, en el campo del mindfulness destacamos Intimid, que enseña técnicas de control a través de técnicas de respiración y que se puede utilizar con el alumnado de entre 5 y 12 años de edad.

Otras apps interesantes para practicar el mindfulness en el aula son:

  • Petit Bambou (5-12 años): tomar conciencia de sí mismos, diferenciar e identificar sus emociones, mejorar el autocontrol y la autoestima.
  • Piensa, respira, actúa (2-5 años): técnicas de control de respiración básicas como introducción al mindfulness.
  • Zenfie (a partir de 3 años): gestionar situaciones conflictivas (caprichos, llegada de un hermano, terrores nocturnos…) a través de cuentos que guían las diferentes prácticas.

 

RECOMENDACIONES PARA CONOCER Y PONER EN PRÁCTICA EL MINDFULNESS:

Por último, os dejamos una recopilación de algunos libros para poder conocer un poco más el campo del mindfulness, sus beneficios y sus diversas posibilidades para llevarlo a la práctica.

Tranquilos y atentos como una rana (Eline Snel, 2013)

Destinado para los adultos (tanto familiares como profesionales educativos) que quieran introducirse en el mindfulness. Cuenta con un cd en el que se recogen actividades guiadas para niños de entre 5 y 12 años.

Además, se puede complementar con un cuaderno de ejercicios y actividades para niños. Contiene 80 actividades para que los niños puedan hacer solos o acompañados: manualidades, recetas, juegos… también incluye un cd y un código QR con actividades guiadas.

Las actividades van divididas por temas: atención, cuerpo, sentidos, imaginación… y todo comienza a través de una historia de una niña que aun teniéndolo todo para ser feliz no lo era y su cabeza siempre estaba en otra parte. Entonces, un día una rana se presentó y logro que la niña le prestase atención y comenzase a disfrutar de verdad de cada cosa y de cada instante.

 

Creciendo con Mindfulness. En casa y en la escuela (Mariló Gascón Aguilar, 2017)

Un libro para educadores y familias, a través del cual pueden introducirse en esta práctica a través de los más pequeños. Explica como enseñarles a desarrollar la atención, gestionar las emociones y los pensamientos.

Desarrolla, paso a paso, distintos ejercicios y sus aplicaciones, todos ellos adaptables a la diversidad personal de los niños. Los niños aprenderán a estar más calmados y tranquilos en su vida diaria.

 

El poder de la educación mindfulness (Antonio Castellón, 2019)

Este libro está repleto de actividades didácticas a través de sesiones guionizadas o con distintos recursos para gestionar la ansiedad, aumentar la concentración, mejorar la comunicación o enfrentarse a las emociones.

 

El cangrejo y la ballena (Por Mark Pallis y Christiane Kerr, 2019)

Es un cuento recomendado para niños a partir de los 2 años. A través de la historia de un cangrejo que ayuda a una ballena a superar un mal día, podrán practicar las distintas respiraciones conforme van escuchando la historia, lo que les permitirá introducirse así en los principios básicos del mindfulness y descubrir la importancia de sentir la cama interna cada día.

 

Plantando semillas. La práctica del mindfulness con niños (Thicht Nhat Hanh, 2015)

Se dice que es uno de los libros más completos sobre la práctica del mindfulness para niños (también está enfocado a adultos).

En él se recogen actividades didácticas para liberarse del estrés, aumentar la concentración y la confianza en uno mismo, enfrentarse a las emociones, mejorar la comunicación o cultivar la  paz. Incluye un CD con canciones y ejercicios ilustrados fáciles de practicar.

 

Estos son solo algunos de los libros que existen sobre esta temática, pero existen infinidad de publicaciones sobre e mindfulness. Así que, ¡investigar cual es el más adecuado para poder introducirlo en vuestra aula o vida!

 

En definitiva

El mindfulness permite trabajar el aspecto emocional desde edades tempranas, y también se configura como una herramienta que permite mejorar el rendimiento escolar, la capacidad de concentración y la asimilación de nuevos aprendizajes y vivencias.

Para más información sobre el mindfulness o cualquier aspecto que te interese, contactar con: educacion@famma.org