El mercado negro de fármacos, al alza
Un mercado negro es, por definición, imposible de medir. Pero existen datos que sirven para estimar su dimensión o su actividad. En el mercado de los fármacos ilegales, por ejemplo, uno de estos indicios es el número de muestras que los cuerpos policiales y judiciales remiten a las autoridades sanitarias para su examen.
La información de la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS), que presentó la semana pasada la memoria de actividad de 2011, no puede ser más clara: entre los años 2010 y 2011 el número de análisis practicados ha crecido un 93%, al pasar de 2.041 a un total de 3.936. La tasa de crecimiento es similar a la experimentada un año antes (en 2009 hubo 1.052 análisis), lo que apuntala aún con más fuerza la idea del importante crecimiento que está experimentando el comercio ilegal de fármacos.
Este fenómeno lo alimenta básicamente el comercio paralelo que permite Internet, así como la dificultad de controlarlo, como destaca la directora de la AEMPS, Belén Crespo. “Es ilegal comprar cualquier tipo de fármaco por la Red, ya sea con prescripción o sin prescripción”, advierte. “Cualquier persona que adquiera de esta forma un fármaco corre un riesgo muy importante para la salud ya que este tipo de compuestos no tiene ninguna garantía”.
Crespo recuerda que un medicamento ilegal es el que no ha sido aprobado por la AEMPS, por lo que “no cumple las condiciones de calidad, seguridad y eficacia”. Ello comprende un amplio rango de fármacos. Desde aquellos adquiridos en el extranjero, las dosis sobrantes que se revenden de segunda mano o los falsificados (las copias de preparados legales). Dos productos sobresalen por encima del resto en este mercadeo opaco cibernético: los destinados a incrementar la potencia sexual y los anabolizantes, que persiguen el incremento de la masa muscular.
Junto al incremento de la actividad del mercado negro, hay otra causa que explica el aumento de medicamentos ilegales analizados, según la AEMPS, un organismo dependiente del Ministerio de Sanidad. Se trata del incremento de recursos destinado a controlar este negocio en la Red, tanto por la propia agencia como por las autoridades policiales y judiciales. Todo ello se tradujo en un incremento del 107% también en los medicamentos retirados.
La memoria presentada arroja otro dato muy ilustrativo de la situación por la que atraviesa la industria farmacéutica. El año pasado se aprobaron 1.934 medicamentos (un 40% más que en 2010). Ello se explica, en buena medida, por la agilización de los procesos de autorización, según comenta Crespo: “Los hemos revisado para que sean más cortos”.
Pero lo más relevante es, sin embargo, que de esa cantidad, el 70% correspondió a medicamentos genéricos. Con la crisis y los recortes como escenario de fondo, en los últimos años “están saliendo pocas moléculas innovadoras y gran parte de los esfuerzos se dirigen hacia los fármacos genéricos que son más fáciles de poner en el mercado”, explica la directora de la agencia.