El Instituto de Biomecánica pide…

Pistorius corriendoLa selección de Oscar Pistorius para competir en Londres 2012 vuelve a abrir la polémica en relación a si debe o no participar en los Juegos Olí­mpicos u otras pruebas compitiendo con el resto de atletas. Tanto en el Mundial de Atletismo de Osaka de 2007 como en los Juegos Olí­mpicos de 2008, la IAFF (Federación Internacional de Atletismo) le prohibió participar alegando que las prótesis concedí­an a Pistorius cierta ventaja biomecánica sobre sus oponentes.

Sin embargo, también en 2008, el Tribunal de Arbitraje Deportivo resolvió autorizar que Pistorius participara en las pruebas de la IAFF al entender que los estudios biomecánicos realizados no dejaban claro si Pistorius tení­a una completa ventaja sobre sus oponentes.

Desde el Instituto de Biomecánica (IBV) se considera que esta polémica tiene su origen en la falta de regulación técnica, ya sea de participación o de equipamiento técnico. En primer lugar es necesario que los organismos oficiales dejen claro para cada caso de diversidad funcional la posibilidad de participación en una competición no paralí­mpica. ¿Puede un atleta con prótesis que alcance las marcas mí­nimas participar en pruebas oficiales de atletismo? Esa debe de ser la primera pregunta a contestar. Si la respuesta es que sí­, entonces se deberá entrar a valorar si las prótesis son adecuadas para la competición.

Parece ser que esta primera pregunta ya ha sido contestada en el caso de Pistorius, y el núcleo del conflicto actual consiste en determinar si sus prótesis otorgan una ventaja sobre el resto de atletas. La respuesta al conflicto tiene una gran complejidad al ser de gran dificultad evaluar el balance entre las ventajas y desventajas de las prótesis. Los estudios biomecánicos han extraí­do que Pistorius con sus prótesis obtiene ventajas en algunos aspectos como puede ser un mayor retorno de energí­a, pero también tiene desventajas como es el caso de una menor aplicación de fuerzas.

En este punto, se evidencia una necesidad de normativa que ejerza como juez objetivo en la decisión de poder utilizar o no una prótesis especí­fica. Esta normativa deberá dictaminar las propiedades biomecánicas importantes de las prótesis, y establecer unos rangos adecuados en los que deberán encontrarse para que su uso sea legal. Este mismo problema ya ha sucedido en otras disciplinas en las que la normativa ha permitido resolver el conflicto. Ejemplos bien conocidos son el establecimiento de un peso mí­nimo en las bicicletas por parte de la UCI (Unión Internacional Ciclista), o la necesidad anual de homologación de los bañadores por parte de la FINA (Federación Internacional de Natación) en la evaluación de parámetros como su flotabilidad, permeabilidad y textil utilizado.

Hasta que no exista una regulación técnica clara de las prótesis basada en la evaluación de parámetros biomecánicos, la polémica y las dudas existirán en relación a la legitimidad de la participación de Oscar Pistorius en pruebas no paralí­mpicas.

Investigadores de Estados Unidos y Alemania han demostrado en diferentes investigaciones de 2008 y 2009 los siguientes aspectos sobre la biomecánica en la carrera de Pistorius.

En primer lugar, los corredores sin diversidad funcional de marcas deportivas similares a las de Pistorius, son capaces de realizar en su carrera una mayor longitud de zancada. Pistorius consigue compensar esta desventaja técnica realizando una mayor frecuencia de zancada.

El trabajo mecánico de la rodilla, entendiéndolo como la fuerza que es capaz de aplicar la rodilla en su desplazamiento, es menor que la del resto de corredores. Poniendo números a este resultado, Pistorius aplica un trabajo mecánico 11 veces menor en la fase de frenado del apoyo, y 8 veces menor en la fase de impulso del pie. Esto da como resultado que obtenga un 22% menos de fuerzas de reacción verticales del suelo que los corredores sin diversidad funcional, traduciéndose en una menor ganancia de velocidad.

Al correr, el suelo devuelve a los atletas una energí­a de la cual son capaces de reutilizar un porcentaje que les es útil para continuar corriendo. Los corredores de 400 son capaces de reutilizar un 41% de esta energí­a. Por el contrario, Pistorius gracias a las hojas metálicas de sus prótesis, consigue reutilizar el 90%. Esa diferencia de un 49% menos de pérdida energí­a, permite a Pistorius realizar un sprint máximo a la misma velocidad que un corredor sin prótesis con un menor coste metabólico.

En el primer paso de la salida es cuando el rendimiento de Pistorius puede ser mucho menor a sus contrincantes. En este momento, al no poder ayudarse del retorno de energí­a de pasos previos en los que Pistorius aprovecha de forma más eficiente la energí­a almacenada, es primordial el impulso que genere con sus músculos. Este impulso está demostrado que es menor que el del resto de corredores. Esta desventaja en la salida será más influyente en el resultado de la carrera cuanto más corta sea la distancia de la prueba. En pruebas de 100 metros tiene una gran influencia, mientras que en las de 400 no suele ser determinante para el resultado final de la carrera.