El Hospital La Fe de…

Momento de la operaciónUna mujer de 65 años que sufrí­a enfermedad de Parkinson avanzada ha sido sometida en el Hospital La Fe de Valencia a una intervención pionera en España que, mediante la inserción de un electrodo en un zona profunda del cerebro, consigue mejorar sí­ntomas como la rigidez, lentitud de movimientos y temblor. A la paciente intervenida, Emilia Llinares, le diagnosticaron Parkinson hace 22 años y desde entonces ha estado medicándose para combatir los efectos de esta enfermedad, pero decidió operarse cuando el tratamiento farmacológico no conseguí­a los efectos esperados.

La intervención fue realizada el 2 de febrero por un equipo multidisciplinar del Hospital Universitari i Polití¨cnic la Fe de Valencia, el primer centro español que ofrece esta técnica, con la que hasta la fecha se han realizado cuatro intervenciones, todas con un resultado “altamente satisfactorio”, según fuentes sanitarias.

El jefe de la Unidad de Neurocirugí­a, Carlos Botella, ha explicado que la novedad de la intervención consiste en que dentro del quirófano hay un TAC que ofrece imágenes reales y permite la implantación del electrodo, que mide unos 8 milí­metros de diámetro, en la zona correcta que se debe estimular.

“Tenemos la seguridad dentro del propio quirófano que la situación del electrodo es la correcta”, ha explicado Botella. La paciente que se ha sometido a la operación “no respondí­a ya a tratamiento farmacológico”, según el facultativo, que ha indicado que lo que se consigue con la estimulación cerebral profunda “es reducir la necesidad de fármacos y poner al paciente en una situación como estaba diez años antes”.

Para el Jefe de la Unidad de Neurocirugí­a de la Fe, esta operación “es una de las intervenciones más agradecidas” debido a que el paciente “es capaz de ser autónomo en la mayor parte de las actividades de la vida diaria”.

Esta intervención está indicada únicamente a pacientes “para los que el tratamiento farmacológico ya no es efectivo”, algo que suele suceder a los diez años, según el experto.

Por su parte, la neuróloga Irene Martí­nez ha explicado que Emilia, antes de operarse, “fluctuaba entre un estado en el que tení­a buena movilidad cuando la medicación hací­a efecto y unos perí­odos en los que la movilidad estaba limitada”.

“Con la operación lo que vamos a conseguir es una buena situación motora prácticamente todo el dí­a y de manera estable, sin los perí­odos de bloqueo que estaba teniendo hasta ahora”, ha comentado la doctora.

Emilia Llinares, que se encuentra ya en planta donde permanecerá ingresada unos tres o cuatro dí­as más, ha asegurado que tras la operación ha sentido “mejorí­a en las piernas, menos rigidez y al andar también, porque el parkinson es muy malo para andar”.

La paciente ha comentado que decidió someterse a la operación “porque estaba harta de tanta medicación. Hace 22 años que la tengo y hasta el hí­gado se resentí­a”.

La mujer se encuentra animada por los resultados y ha señalado que tras esta operación espera “estar mejor y poder salir, porque hay veces que quieres salir pero estás en ‘off’ y no puedes moverte”.