El hospital gijonés de Cabueñes…

Sillas de ruedas bajo candado. Al modo de carritos de supermercado, Cabueñes ha decidido candar las sillas de rueda que habitualmente pone a disposición de los enfermos en diferentes puntos del hospital. Las hay a la entrada de Urgencias, en la puerta principal de acceso al hospital y en la zona de rehabilitación, principalmente, pero también se pueden encontrar en varias de las plantas de hospitalización, sobre todo en traumatologí­a y en servicios a los que suelen acudir pacientes mayores con problemas de movilidad. Hasta hace no mucho, cualquier usuario de Cabueñes que lo necesitara podí­a echar mano de una de estas sillas móviles. El problema es que muchos de ellos no las devolví­an.

Precisamente, ante la continua desaparición de este tipo de material, el hospital ha decidido implantar un sistema de vigilancia y control. Se busca evitar así­ la proliferación de este tipo de robos que se ha disparado en tiempos de crisis. Ya en febrero pasado, la entonces gerencia de Cabueñes encargó a un guarda de seguridad ubicado en el área de Urgencias que velara por el correcto uso de estas sillas, pero sobre todo que controlara que una vez utilizadas fueran devueltas. El caso es que desde entonces, cuando el paciente que llegaba por urgencias era trasladado en silla de ruedas a otro servicio, el guarda de seguridad tomaba nota del nombre, apellido y teléfono del usuario con el fin de cotejar que una vez que el enfermo era dado de alta u hospitalizado, la silla volví­a al lugar del que habí­a salido.

Cabueñes ha dado ahora una vuelta de tuerca y ha implantado un sistema de control diferente. Entre otras cosas, porque era muy poco operativo y bastante más caro poner a un guardia de seguridad en cada una de las zonas donde hay sillas de ruedas a disposición de los enfermos. Al igual que hacen los supermercados con los carritos de la compra, las sillas de ruedas de Cabueñes permanecen candadas. Para liberarlas no es necesario meter un euro, ya que la medida no busca recaudar dinero, sino una ficha de uso propio del hospital. Las fichas suelen estar en manos del personal de información situado en la puerta de acceso del hospital y en urgencias, donde se encuentra el grueso de las sillas de ruedas que solí­an desaparecer.

El hospital gijonés habí­a renovado este parque movil con la adquisición de 14 nuevas sillas. La renovación de material formaba parte de un plan de mejora en el que trabaja Cabueñes y con el que se buscaba, entre otros aspectos, «incrementar la seguridad de enfermos y profesionales» que acuden a Urgencias, explicaron en su dí­a fuentes de la Consejerí­a de Sanidad. La alerta saltó tras detectarse que en apenas dos meses, ocho de las 14 nuevas sillas (más de la mitad) habí­an desaparecido. El coste de cada una de estas piezas ronda los 300 euros. La pérdida de sillas de ruedas le ha salido al hospital del orden de los 2.400 euros sólo en este año.

Cabueñes no sólo intenta evitar el robo de sillas de ruedas, sino que ha instado al personal que trabaja en el hospital para que vele por el correcto uso del material y los recursos que tiene a su disposición. Tanto por parte de la plantilla como también de los pacientes que acuden a Cabueñes, «que en ocasiones marchan a casa con cosas del hospital», indicaron fuentes sanitarias. Desde hace algunos meses en las plantas de hospitalización se controla el uso de baberos, vasos, palanganas, fundas de almohadas, toallas y pijamas, cuya desaparición suele ser moneda corriente.