El Gobierno regional recula en…

Concentración frente al hospital de La PrincesaEl Gobierno regional da marcha atrás a su plan para transformar el hospital de La Princesa en un centro monográfico especializado en patologí­as de personas mayores de 75 años. En una reunión celebrada ayer entre la Junta de Centro del hospital (representa a los trabajadores) y dos altos cargos de la Consejerí­a de Sanidad se alcanzó el compromiso de mantener el carácter general del hospital, la población de referencia y el carácter universitario e investigador del centro. Sanidad se comprometió también a mantener la urgencia abierta, según confirmó ayer un portavoz de la Junta.

Los representantes de la Consejerí­a mantuvieron una “actitud abierta y dialogante”, según el portavoz de la comisión de comunicación, el médico Cecilio Santander, y acordaron seguir trabajando pero partiendo de la base de mantener la situación asistencial actual del centro. A partir de ahora, las negociaciones se centrarán en “intensificar los programas especí­ficos para los pacientes de edad avanzada” con todas las especialidades actuales, añadió.

Este plan difiere sustancialmente del presentado por el presidente, Ignacio González, y precisado al dí­a siguiente por el consejero de Sanidad, Javier Fernández-Lasquetty. “No se trata de crear un hospital geriátrico ni de larga estancia, sino de constituir un hospital superespecializado para atender a las personas mayores, cuando sus patologí­as se agudizan y requieren unos dí­as de ingreso hospitalario”, fue la explicación. Eso implicaba el “desmantelamiento” efectivo del centro, según sus trabajadores, lo que motivó su movilización: encierro indefinido, concentraciones diarias a las 11.00 y las 18.00, recogida de firmas…

A preguntas de los periodistas, Lasquetty explicó que el centro quedarí­a reservado para pacientes mayores de 75 años y que la urgencia seguirí­a abierta, pero solo para patologí­as de personas a partir de esta edad. Lo que en la práctica equivalí­a, según los profesionales del centro, a la desaparición de servicios altamente especializados como neurocirugí­a, cirugí­a maxilofacial, torácica y cardiaca y a la pérdida del carácter docente e investigador actual del hospital. El plan, sin embargo, nunca pareció estar definido, puesto que, por ejemplo, el consejero ni siquiera supo contestar a dónde se derivarí­an los 270.000 pacientes menores de 75 años que tiene ahora el centro. La noticia sobre la transformación de La Princesa sorprendió hasta a su propio gerente. Ni el Colegio de Médicos, muy crí­tico con toda la reforma sanitaria de Ignacio González, ni ninguna sociedad cientí­fica fueron consultados.

El cambio de rumbo de Sanidad ha dejado sensación de “optimismo”, explica Santander, pero en la asamblea que ayer por la tarde se celebró en el hospital muchos asistentes abogaron por mantener las movilizaciones hasta que haya algo por escrito. “Ahora son todo palabras y la gente no se fí­a”, explica una persona presente en la reunión de la mañana, a la que acudieron la viceconsejera Patricia Flores y el director general de Hospitales, Antonio Burgueño. De hecho, la Consejerí­a se negó ayer a confirmar a este diario si la urgencia y la población de referencia se iban a mantener. El encierro, por tanto, continuará. “Pero ya no vamos a decir que el hospital se cierra o se desmantela”, explica Rosario Garcí­a de Vicuña, de la comisión de acción social.

Las firmas recogidas son ya 200.000, según Santander, que quiere transmitir “un mensaje de tranquilidad a los pacientes” porque “su atención va a seguir siendo óptima como lo ha sido hasta la actualidad”. La Consejerí­a de Sanidad trasladó ayer a los representantes del hospital que será necesario disminuir el gasto entre un 9% y un 10% con respecto al presupuesto de este año, como el resto de hospitales públicos. Otra buena noticia, puesto que el proyecto de Presupuestos actual recoge una disminución superior.