El Fundación Grupo Norte despidió el año 2014 de la mejor manera posible: con una victoria ante el Bilbao (61-48), vigente subcampeón de liga y, por tanto, un rival muy correoso, que llegaba a Valladolid dispuesto a sacarse la espina del partido de ida, en el que los de José Antonio de Castro ganaron con rotundidad, pero que terminó desquiciado y sin ninguna opción ante un rival muy centrado.

A pesar de las numerosas bajas que presentaba el cuadro vallisoletano para este encuentro, supo defenderse perfectamente, y nunca mejor dicho, ya que fue la defensa la que les permitió cimentar ese triunfo desde el primer minuto, ahogando el potencial fí­sico de los vascos y la capacidad de su juego interior, con hombres como Dí­az o Mouriz, y controlando muy bien a su principal referente: Asier Garcí­a, que acabó con 2 de valoración. Pero eso serí­a ya a partir del segundo cuarto, porque en el primero la igualdad fue la tónica dominante, con dos equipos que se estaban tanteando y que se repartieron por igual los aciertos y los fallos, para terminar con una mí­nima ventaja local (14-13). En el segundo, el Fundación Grupo Norte se afianzó en el plano defensivo y, con el dominio de Tanghe y Prieto en el juego interior, y la conexión colectiva pudieron frenar a los bilbaí­nos, que cometieron numerosos fallos en lo que serí­a el principio del fin para ellos, ya que su juego quedó muy trabado, sin ninguna fluidez y a merced de los locales, más serios y atinados de cara al aro. Gracias a ello llegaron al descanso con una renta de siete puntos (28-21) que, sin embargo, tampoco les permití­a adquirir una confianza total.