El estrés laboral de las…

Una persona mayor se desplaza con una manta en silla de ruedas.

Las personas de mediana edad que sufren estrés laboral podrí­an tener más posibilidades de padecer algún tipo de discapacidad durante la vejez. Así­ lo evidencia, al menos, una investigación cientí­fica realizada por el Centro de Investigación en Gerontologí­a (GEREC, por sus siglas en inglés) de la Universidad de Jyví¤skylí¤ (Finlandia) cuyos resultados acaban de darse a conocer.

Este trabajo, que muestra también que ‘casi el 30 por ciento de los trabajadores adultos sufren de estrés laboral’, expone que éste ‘tiene efectos nocivos para la salud de la persona’. Así­ lo señala el director del mismo y miembro de este centro finlandés, el doctor Jenni Kulmala. A su juicio, tener estos sí­ntomas en la edad adulta supone en el futuro ‘limitaciones funcionales y discapacidad’. No obstante, aclara que estos signos de enfermedad ‘pueden variar entre personas’, tal y como han constatado en esta investigación realizada sobre 5.000 participantes a los que se ha realizado un seguimiento durante un periodo que casi alcanza las tres décadas.

En concreto, Kulmala afirma que se han podido identificar cuatro perfiles diferentes de estrés entre las personas laboralmente activas de entre 44 y 58 años. Éstos han sufrido ‘reacciones negativas hacia el trabajo y depresión, disminución percibida en la cognición, trastornos del sueño y sí­ntomas somáticos, respectivamente’, sostiene.

Asimismo, los expertos han constatado que estos sí­ntomas se han correlacionado 28 años después con discapacidad en los participantes. En concreto, las personas que reportaron sí­ntomas de estrés duraderos en la mediana edad ‘han tenido más dificultades para las actividades básicas de la vida diaria, como bañarse y vestirse’. Además, sufren más para hacer los quehaceres diarios como ‘ir de compras, hacer frente a las tareas de la casa, el manejo de los asuntos financieros, tomar la medicación o el uso del teléfono’, añaden. A ello se une el hecho de que el riesgo de incapacidad para caminar dos kilómetros ‘es de dos a tres veces mayor para las personas con sí­ntomas de estrés constantes en la mediana edad’.

Para Kulmala, los sí­ntomas del estrés ‘se asocian con enfermedades crónicas y un estilo de vida desadaptado, lo que en parte puede explicar la asociación encontrada’. Sin embargo, reconoce que también es posible que la activación crónica de las respuestas al estrés pueda estar provocado ‘por el desgaste del cuerpo humano’.