El dolor y la picazón…

Preguntar a los pacientes si una lesión cutánea sospechosa duele o pica puede ayudar a los médicos a decidir si la mancha es cancerosa, según concluye un nuevo estudio dirigido por Gil Yosipovitch, presidente del Departamento de Dermatologí­a de la Escuela de Medicina de la Universidad de Temple, en Filadelfia (EEUU).

El estudio, publicado en la edición digital de JAMA Dermatology, encontró que casi el 36,9% de las lesiones de cáncer de piel se acompañan de prurito, mientras que el 28,2% implica dolor. Los cánceres de piel no melanoma, especí­ficamente, el carcinoma de células basales y el carcinoma de células escamosas, más que el melanoma, suelen involucrar picor o dolor, como halló esta investigación. “El estudio pone de relieve la importancia de una evaluación sencilla para detectar la presencia y la intensidad del dolor o la picazón como una herramienta de fácil implementación para los clí­nicos en la evaluación de lesiones sospechosas en la piel”, concluye el estudio.

El doctor Yosipovitch, director del Centro Itch de Temple, señala que los hallazgos son importantes porque el cáncer de piel es el más común en Estados Unidos, con más de 3,5 millones de cánceres de piel no melanoma diagnosticados en dos millones de personas anualmente en el paí­s. “Los pacientes a veces tienen múltiples lesiones que son de aspecto sospechoso y los que tienen comezón o dolor deben despertar grandes preocupaciones sobre la posibilidad de que se trate de cánceres de piel no melanoma”, alerta Yosipovitch.

Por último, en el estudio participaron 268 pacientes que tení­an 339 lesiones de cáncer de piel confirmadas por laboratorio en el ‘Wake Forest Baptist Medical Center’ entre julio de 2010 y marzo de 2011. Tras someterse a una biopsia de piel, se pidió a los pacientes que completaran una escala numérica de clasificación para cuantificar la intensidad de la comezón y el dolor asociado con la lesión de la piel.