El copago farmacéutico hospitalario entra…

Hoy, 1 de octubre, entra en vigor el nuevo copago de medicamentos que tendrán que afrontar los pacientes no ingresados cuando se les dispensen ciertos fármacos desde las boticas hospitalarias, una medida criticada por enfermos, profesionales sanitarios, partidos polí­ticos y sindicatos, que ni siquiera todas las CCAA quieren aplicar y que el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi) ha anunciado ya que recurrirá.

Precisamente, la decisión gubernamental figura en una resolución de la Dirección General de Cartera Básica de Servicios del Sistema Nacional de Salud y Farmacia del pasado 10 de septiembre, publicada en el Boletí­n Oficial del Estado (BOE) el dí­a 19 del mismo mes, y establece que el paciente deberá abonar el 10% del precio del medicamento, siempre que no supere 4,2 euros, que es el máximo que pagará el enfermo. La medida afecta a fármacos destinados a procesos crónicos o graves -como varios tipos de cáncer, VIH o hepatitis C- que requieren control médico y que, hasta ahora, estaban exentos de pago.

Aunque el precepto es de obligado cumplimiento para todas las autonomí­as, varias han dicho que no lo pondrán en marcha este 1 de octubre, bien por no disponer de medios para ello, bien por estar en contra de su aplicación. Así­, Asturias, Aragón, Comunidad Valenciana y Extremadura se han unido a Paí­s Vasco, Castilla y León, Canarias y Andalucí­a, que ya la semana pasada anunciaron que no implementarí­an este nuevo copago, necesario, según la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, para garantizar la sostenibilidad del sistema sanitario público.

En concreto, Castilla y León, Comunidad Valenciana, Aragón y Extremadura han alegado razones logí­sticas para no aplicar la medida, mientras que Asturias, Paí­s Vasco, Canarias y Andalucí­a han argumentado que, simplemente, se oponen a ella. Algo similar le ocurre a la Comunidad Foral de Navarra, que está en contra de este copago y que, por eso, se ha propuesto buscar alternativas.

Por último, tampoco los boticarios de los hospitales ven sentido a la iniciativa, como ha manifestado la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (Sefh), que la considera “injustificada”, ya que, argumenta, reducirá menos del 0,1% de la factura del gasto de medicamentos en los hospitales y que, sin embargo, requerirá de un coste muy alto para su puesta en marcha. “Injustificado” para las boticas de los hospitales e “injusto” para el sindicato de enfermerí­a (Satse), el nuevo copago “puede repercutir negativamente”, a juicio de este último colectivo, “en el proceso de cuidado y tratamiento de los afectados”.