El ayuntamiento de A Coruña…

El alcalde de A Coruña, Carlos Negreira, ha presentado el nuevo proyecto, pionero en España, en el que colabora el Gobierno municipal para cumplir uno de sus principales objetivos: lograr cada vez una sociedad más inclusiva y en la que se desarrollen medidas encaminadas a mejorar la integración de todas las personas. El regidor ha destacado que la creación de la escuela de tenis adaptada a personas con discapacidad es una buena solución para mejorar tanto su calidad de vida como la de sus familias y una apuesta clara y decidida por la igualdad de oportunidades.

Carlos Negreira agradeció a los presidentes de la Federación Española y de la Federación Gallega de Tenis, José Luis Escañuela y José Antonio Pereiro, respectivamente, su implicación en este proyecto pionero en España que permitirá potenciar la integración social a través del deporte, al tiempo que aseguró que el Gobierno municipal siempre estará al lado de este tipo de iniciativas. En la reunión de trabajo previa y en la presentación de esta iniciativa también estuvieron presentes el concejal de Deportes del Ayuntamiento de A Coruña, Francisco Mourelo; el vicepresidente de la Fundación de Tenis Español, José Luis Terroba; y el máximo responsable de la Escuela de Tenis Marineda, Juan Hernández.

Negreira destacó que la creación de la escuela de tenis supondrá lograr un doble objetivo: “Por un lado, existe el componente deportivo, pues es una excelente oportunidad para que los alumnos que se apunten a la escuela de tenis mejoren su condición fí­sica; y por el otro, un componente social, para aumentar su autoestima y confianza, indispensables para su integración y para conseguir en la práctica nuestro deseo de contar con una sociedad más inclusiva, donde todos contemos con las mismas oportunidades”.

El responsable municipal aseguró que la creación de esta escuela de tenis será una buena herramienta para impulsar el mensaje de “deporte para todos”. De hecho, en las clases de tenis participarán personas con y sin discapacidad: “Es una actividad en la que podemos participar todos, y en la que nadie se queda al margen. Queremos animar a las familias y mentalizarlas de lo importante que es que practiquen deporte para mejorar tanto su agilidad y equilibrio como su estado de ánimo y su integración ciudadana”, añadió el alcalde coruñés.

Las clases de tenis serán impartidas por expertos en la materia. Monitores y educadores sociales velarán por garantizar en todo momento que la actividad se desarrolle correctamente para lograr los objetivos planteados. Además, según el acuerdo alcanzado por el Ayuntamiento con las federaciones de tenis española y gallega también se ofrecerán charlas y se organizarán, entre asociaciones y entidades vecinales y sociales que trabajan con personas con discapacidad, exhibiciones para promocionar el deporte del tenis y para buscar su implicación en este proyecto de eminente carácter social.

El alcalde también aprovechó para agradecer la colaboración de la Fundación de Tenis Español en esta iniciativa. Se trata de una organización privada de carácter fundacional y sin ánimo de lucro, creada en 2010 por la Real Federación Española de Tenis con fines de carácter deportivo, educativo y social. Sus objetivos están relacionados directamente con el desarrollo del deporte del tenis, su mejora integral, el fomento plural de su práctica y su acercamiento a la sociedad, como medio de formación y de mejora para sus practicantes y para los colectivos relacionados con esta modalidad deportiva.

Carlos Negreira destacó el compromiso del Gobierno municipal con las polí­ticas que sean sinónimo de integración, y más si llevan emparejadas actividades deportivas. “El deporte nos permite cultivar entre los ciudadanos valores esenciales como el compañerismo, el trabajo en equipo, la integración social o el espí­ritu de superación”, concluyó el alcalde. Por su parte, el presidente de la Federación Española de Tenis aplaudió la predisposición del Gobierno municipal para que A Coruña acoja este proyecto “innovador y de futuro” y que supone un “soplo de esperanza”.