El aire contaminado en España…

La contaminación atmosférica aumentó el año pasado en España por primera vez desde el comienzo de la crisis económica, puesto que 45,9 millones de personas (el 99% de la población) respiraron aire con niveles superiores a lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), debido principalmente al tráfico rodado en las áreas metropolitanas y a algunas industrias de quema de combustibles fosiles, mientras que el 95% del territorio nacional rebasó los criterios aconsejables para preservar la salud de los ecosistemas y de la vegetación.

Así­ figura en un informe de Ecologistas en Acción, titulado ‘La calidad del aire en el Estado español durante 2015’, presentado este martes en una rueda de prensa en Madrid por Miguel íngel Ceballos, coordinador de la investigación, y Juan Bárcena, coordinador de Calidad del Aire de la organización. El informe se basa en los datos recogidos en 703 estaciones oficiales de control de la contaminación, repartidas en 135 zonas de toda España, y toma como referencia tres limitaciones: los valores máximos de contaminación recomendados por la OMS, el objetivo a largo plazo para la protección de la vegetación establecido por la UE y los valores lí­mite legales de obligado cumplimiento recogidos en la normativa comunitaria. “Por primera vez desde el inicio de la crisis económica hemos observado un aumento generalizado de los niveles de contaminación atmosférica en los contaminantes emitidos por el tráfico y la industria, que vení­an reduciéndose y esa tendencia ha cambiado durante 2015. Las partí­culas, el dióxido de carbono y el dióxido de azufre han interrumpido su tendencia descendiente”, afirmó Ceballos. El coordinador del informe indicó que los costes sanitarios derivados de la contaminación atmosférica suponen al menos 32.000 millones de euros al año (un 2,8% del PIB) y citó entre las causas del incremento del aire insalubre la coyuntura meteorológica por una mayor estabilidad atmosférica, un repunte del tráfico por carretera, “el fraude de las emisiones de los automóviles” y “la apuesta gubernamental por las energí­as sucias”. Ceballos apuntó que las principales fuentes de contaminación atmosférica son el tráfico en las ciudades (que aporta un 40%) y la quema de combustibles fósiles en centrales termoeléctricas, sobre todo de carbón (otro 40%), y subrayó que el aire contaminado “es un problema de salud pública de primer orden” que causa más de 25.000 muertes prematuras al año en España, según la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA). El informe destaca que, según las recomendaciones sanitarias de la OMS, al menos 45,9 millones de personas respiraron aire contaminado en 2015, lo que supone el 99% de la población, en tanto que 478.000 kilómetros cuadrados (el 95% del territorio) se vieron afectados por la contaminación atmosférica. Sin embargo, los lí­mites legales de la UE son más laxos, de manera que, teniendo en cuenta este criterio, alrededor de 18,5 millones de personas (cuatro de cada 10) y 322.000 kilómetros cuadrados (el 64% de España) rebasaron los estándares comunitarios. “Los lí­mites legales no garantizan la preservación de la salud pública porque son menos rigurosos”, sentenció Ceballos.