El 90% de los casos…

En la imagen, un paciente en una habitación del servicio de Urologí­a de un hospital.Cada año se detectan en España unos 18.000 nuevos casos de cáncer de próstata y, aunque se trata del tumor más frecuente en hombres, los expertos estiman que el 90% de los casos son potencialmente curables, según ha reconocido el jefe del Servicio de Urologí­a del Hospital Universitario Gregorio Marañón de Madrid, Carlos Hernández.

Precisamente, este experto ha participado en un acto organizado por el Grupo Español de Pacientes con Cáncer (GEPAC) y la Asociación Cáncer de Próstata España con motivo del Dí­a Mundial de esta enfermedad que se celebró ayer, 11 de junio, con el objetivo de concienciar a la población de la existencia de estos tumores y fomentar su diagnóstico precoz. La enfermedad está asociada a la edad y cuando más casos se diagnostican es entre los 55 y los 70 años. Pese a ello, actualmente no existe ningún programa de cribado a partir de una determinada edad sino que se detecta en varones que previamente acuden al urólogo por otros problemas. “El cribado o la búsqueda activa sólo se produce cuando los pacientes vienen con un problema previo, a partir del cual se le realiza una exploración más exhausta que permite detectarlo, o en personas que tienen antecedentes en su familia”, ha explicado Hernández.

A esto ha ayudado la pérdida progresiva del estigma social que hace años tení­an los problemas urológicos. “La sociedad ha evolucionado y cada vez los hombres acuden más a la consulta”, reconoce este experto. Esto hace que el tumor se detecte cuando está aún muy localizado, lo que hace que el pronóstico sea muy bueno y la mayorí­a de los pacientes puedan curarse gracias a cirugí­a y al uso de radioterapia o a la combinación de ambos tratamientos.

Por último, en pacientes de edad más avanzada o en quienes el tumor está más extendido el pronóstico varí­a y ya es necesario recurrir a quimioterapia o a terapias hormonales, ha añadido la doctora Virginia Calvo, oncóloga del Hospital Puerta de Hierro de Majadahonda (Madrid). No obstante, apunta Hernández, cuando se detecta en pacientes mayores de 85 años “a veces incluso ni siquiera se trata, salvo que se encuentre muy evolucionado”, porque “su evolución natural no va ni acortar su vida ni a condicionarla”.