El 80% de los niños…

La alergia a los ácaros afecta a entre el 70 y el 80 por ciento de los niños que viven en zonas costeras, según los datos presentados en el XXXIX Congreso de la Sociedad Española de Inmunologí­a Clí­nica, Alergologí­a y Asma Pediátrica (SEICAP), donde además también se ha señalado que en primavera y otoño, en comunidades como Cataluña o Canarias la cifra supera el 80 por ciento de afectados.

“Los niños que viven en zonas costeras son los más expuestos porque el clima es el idóneo por lo que al respirarlos de manera diaria y continua se va causando una inflamación interna en los bronquios, lo que les hace más sensibles a otro tipo de estí­mulos como infecciones u otro tipo de alergias que pueden causarles sí­ntomas más agudos”, ha explicado la presidente de SEICAP, Ana Marí­a Plaza.

 

Los ácaros necesitan unas condiciones climatológicas de alrededor del 70 por ciento de humedad y una temperatura de alrededor de 21 grados. Además, viven dentro de las casas y se acumulan en lugares oscuros, alejados de la luz solar, donde tengan alimento. En cambio, en las zonas de meseta estos microorganismos disminuyen y son causa poco frecuente de alergia, incluso en zonas de montaña llegan a desaparecer. Su alergia puede dar origen a sí­ntomas de asma, rinitis, conjuntivitis, y también dermatitis atópica. Por ello, cuando estos niños respiran de manera brusca una gran cantidad de ácaros pueden tener un ataque agudo de sí­ntomas de asma o rinoconjuntivitis.

Por otro lado, las únicas medidas de tratamiento conllevan la evitación de alérgenos procedentes del polvo y la inmunoterapia pero, dado que hay distintas especies, “se está investigando en vacunas diferenciadas que permitan un tratamiento más individualizado a través del diagnóstico molecular”, ha afirmado la experta.

En este sentido, la doctora Plaza ha insistido en que las vacunas deben ser recomendadas por el pediatra alergólogo en función de las caracterí­sticas del niño, y que los resultados se apreciarán a los 4 o 6 meses, y al año se consigue una disminución considerable de los sí­ntomas. Además, ha afirmado que un tratamiento de inmunoterapia especí­fica para ácaros por un tiempo mí­nimo de 3 o 4 años permite variar la respuesta inmune frente a los ácaros.