El 75% de la población…

En la imagen, analgésicos.

Cerca de 5.500 millones de personas (el 75% de la población mundial) tienen un acceso limitado o nulo a analgésicos esenciales como la codeí­na o la morfina, pese a las convenciones de la ONU que estipulan que ciertas drogas para el dolor deben ser estar a disposición de los enfermos.

Así­ lo aseguró este miércoles la Junta de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), organismo de Naciones Unidas, en su último informe anual, titulado ‘Disponibilidad de medicamentos controlados internacionalmente: garantizar un acceso adecuado para propósitos médicos y cientí­ficos’. Esta agencia de la ONU indicó que tres de cada cuatro personas no pueden acceder a analgésicos, pese a que en el mundo actual se producen sustancias suficientes para aliviar el dolor en todo el planeta.

El informe subraya que esto se debe a algunos obstáculos, como la falta de capacitación y conocimiento de los profesionales de la salud, el temor a la dependencia de las drogas y la falta de recursos, por lo que la JIFE instó a los paí­ses a tomar medidas que garanticen que esos medicamentos estén disponibles para los enfermos que los precisen.

Por otro lado, el informe apunta que el 92% de la morfina que se utiliza en el mundo llega a apenas un 17% de la población, cuando es indispensable para tratar el dolor causado por el cáncer, el VIH/sida, las enfermedades cardí­acas, la diabetes, las cirugí­as y los partos.

El consumo de morfina se concentra principalmente en Estados Unidos, Canadá, Europa occidental, Australia y Nueva Zelanda, donde su uso ha crecido significativamente en los últimos 25 años, lo que ha suscitado preocupaciones por el abuso de los medicamentos que requieren receta médica. Con respecto a los psicotrópicos (como sedantes, hipnóticos o ansiolí­ticos), el informe subraya que son esenciales para el tratamiento de enfermedades o afecciones mentales, entre las que se cuentan el insomnio, la ansiedad, la epilepsia y el déficit de atención o hiperactividad, pero más del 75% de la población en muchos paí­ses pobres o de ingresos medios no pueden acceder a ellos.

Ante la proximidad de la sesión especial que celebrará la Asamblea General de la ONU en abril de este año en Nueva York sobre el problema mundial que implican las drogas, la JIFE enfatizó que el acceso inadecuado a esas sustancias contradice el espí­ritu del artí­culo 25 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y recordó que el derecho a cuidados médicos incluye los cuidados paliativos.

Para cerrar la brecha mundial ante el dolor, la JIFE llamó a los paí­ses a garantizar el acceso de sustancias para aliviar el dolor y asegurar la disponibilidad equilibrada de psicotrópicos. Además, recomendó a los Estados que revisen sus leyes y reglamentos para asegurar que no son demasiado restrictivas y mejoren su acceso para que los profesionales de la salud puedan prescribir sustancias bajo control internacional.