El 60% de los pacientes…

El 60% de los pacientes que en España tienen dolor crónico sienten que este factor controla su vida cotidiana, aspecto que además no es un problema aislado, dado que siete millones de españoles sufren estos dolores, situación a la que se enfrentan el 20% de los europeos.

Así­ lo puso de manifiesto la doctora Ana Esther López Pérez, de la Unidad del Dolor del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, durante su participación en la ponencia ‘La importancia de vivir sin dolor’, enmarcada en las ‘XXII Jornadas Cientí­ficas’ de la Asociación de Parapléjicos y Personas con Gran Discapacidad Fí­sica de la Comunidad de Madrid (Aspaym Madrid), celebradas en la sede de la Fundación del Lesionado Medular (FLM) el viernes y ayer, sábado. Según la doctora López “hablamos de dolor crónico cuando dura más de seis meses, y su tratamiento va a ser diferente que el del dolor agudo, pues el dolor se acaba transformando en la propia enfermedad”. Además, comentó que en este problema están implicados varios factores, entre los que destacó el componente psicológico o el “cognitivo-evaluador”, pues por ejemplo, el propio paciente tiene que elegir si quiere ir o no al médico. En el ámbito psicológico, esta especialista puso el acento en los efectos que el dolor crónico que sufren muchos lesionados medulares tiene en su vida, pues afecta a su estado de ánimo, a su actividad laboral y situación económica y familiar, por lo que subrayó la importancia de que “todas las unidades del dolor sean multidisciplinares”. En este sentido, la doctora Marí­a José Arroyo Espinal, psicóloga de la FLM, expuso las principales conclusiones de la tesis que ha desarrollado, en la que se pone de manifiesto que de los 136 pacientes analizados, 101 tení­an dolor crónico, y de ellos, 36 lo calificaban de incapacitante. “Estas personas están más insatisfechas con su calidad de vida en general, fruto de su peor percepción del estado de salud”, agregó esta experta. De esta forma, hizo hincapié en que “el objetivo de la psicologí­a debe ser minimizar las consecuencias del dolor”. De hecho, insistió en que en el peor de los casos, “las terapias psicológicas pueden no ser efectivas para algunas personas, pero desde luego, no son contraproducentes”.