Doug Paulley, un activista británico…

No es abogado, pero ha ganado 40 casos de discriminación por discapacidad durante la pasada década en el Reino Unido, en los que denunciaba barreras de accesibilidad en cadenas de pubs, supermercados o teatros, entre otros establecimientos públicos. Su objetivo principal no son las indemnizaciones económicas, sino combatir la injusticia que viven las personas con discapacidad.

Este activista y experto autodidacta en Derecho se desplaza en silla de ruedas debido a un trastorno neurológico y vive en una residencia para personas con discapacidad. Las 40 denuncias que ha presentado a lo largo de los últimos diez años le han reportado 10.000 libras esterlinas (12.655 euros) en indemnizaciones, una cantidad que prueba que “no lo hago por dinero, como han dicho algunos”. Además, Paulley dona a menudo ese dinero a grupos de activistas para diversas causas, señala en una entrevista que publica el diario británico ”˜The Guardian”™. Una de sus reclamaciones más conocidas es la que llevó a cabo contra la empresa de transporte de viajeros First Group, para que sea obligatorio para estas compañí­as hacer respetar a sus usuarios los espacios reservados en sus autobuses para personas que utilizan sillas de ruedas. Aunque inicialmente la Justicia dio la razón a Paulley, la compañí­a ganó la apelación y el caso está pendiente de la decisión del Tribunal Supremo del Reino Unido, prevista para el próximo mes de junio. Si la sentencia es favorable a Paulley, sentará un precedente legal en el paí­s sobre la prioridad exigible por ley a la hora de ocupar el espacio reservado a viajeros en sillas de ruedas en los autobuses. Este caso cuenta con el apoyo de la Comisión para la Igualdad y los Derechos Humanos -órgano oficial que lucha contra la discriminación en el Reino Unido- y le supuso a Paulley ganar el premio que la Fundación Sheila McKechnie concede a los activistas para la defensa de derechos más destacados cada año.