Dos investigadores justifican acabar con…

Recién nacidoUn artí­culo publicado en el ‘Journal of Medical Ethics’ señala que los recién nacidos no son ‘personas reales’ y no tienen “un derecho moral a la vida”. Los autores también argumentan que los padres deberí­an poder matar a su bebé si presenta alguna discapacidad al nacer, informa The Telegraph. Todos los medios británicos se están haciendo eco de la polémica y el diario, que se incluye dentro del British Medical Journal, ha tenido que justificar la publicación del artí­culo.

Según el editor del periódico, el profesor Julian Savulescu, director del Centro para la Prácticas Éticas Uehiro de Oxford, los autores han recibido amenazas de muerte desde que publicaron el artí­culo. Considera que los que hacen estas amenazas son “fanáticos que se oponen a los verdaderos valores de la sociedad liberal”. Savulescu defiende su decisión de publicar el artí­culo. Indica que “el Journal defiende argumentos racionales y la libertad de expresión ética”.

El artí­culo, titulado ‘El aborto después del nacimiento: ¿Por qué el bebé deberí­a vivir?’, está firmado por dos exasociados del profesor Savulescu, Albert Giubilini y Francesca Minerva.

Los autores argumentan que “el estatus moral de un recién nacido es equivalente al de un feto en el sentido de que ambos carecen de aquellas propiedades que justifican la atribución del derecho a la vida a un individuo”.

Más que ser “personas reales”, los recién nacidos son “personas en potencia”. Explican que “tanto el feto como un recién nacido son seres humanos y personas en potencia, pero no son una ‘persona’ en el sentido de ‘sujeto con derecho moral a la vida'”.

“Hablamos de ‘persona’ para señalar a un individuo que es capaz de atribuir a su propia existencia algún valor básico como que el hecho de ser privado de esa existencia constituye una pérdida para él”.

De esta manera argumentan que ” no es posible dañar a un recién nacido al impedirle el desarrollo de la potencialidad de convertirse en una persona en un sentido moralmente relevante”.

Los autores van más allá y concluyen que “lo que llamamos ‘ abortos después de nacer’ deberí­a estar permitidos en todos los casos en los que el aborto se permite, incluyendo los casos en los que los recién nacidos tienen alguna discapacidad”.

También argumentan que los padres deberí­an poder matar a su bebé si resulta que es discapacitado sin que ellos lo supieran antes del nacimiento. “Educar a estos niños puede ser una carga insoportable para la familia y la sociedad en su conjunto, cuando el Estado ofrece ayudas para su cuidado”. Según The Sun,  en el artí­culo no se especifica hasta qué edad llegarí­an estos abortos ‘postnatales’.

Los autores, además, acentúan que se deberí­a hablar de “abortos después de nacer” más que de’infanticidio’. Su punto de vista es que moralmente no hay diferencia sobre cuándo se practica el aborto. Prefieren usar la expresión “aborto tras el nacimiento” más que “infanticidio” para “enfatizar que el estatus moral del individuo que se mata es comparable con el del feto”.

Tanto Minerva como Giubilini conocieron al profesor Savulescu en Oxford. Minerva era una investigadora asociada del Centro Uehiro de Prácticas Éticas hasta junio, cuando se mudó al Centro de Filosofí­a Aplicada y Ética Pública de la Universidad de Melburne.

Giubilini, un antiguo estudiante visitante de la Universidad de Cambridge, dio una charla en enero en Oxford con el tí­tulo ‘¿Cuál es el problema con la eutanasia?’ También trabaja ahora en la Universidad de Monash, en Melburne, Australia.