Diagnostican ansiedad cuando padecí­a un…

El Servicio Aragonés de Salud deberá indemnizar con 90.000 euros a una joven de 30 años a la que el 061 diagnosticó, telefónica y erróneamente, un ataque de ansiedad cuando lo que padecí­a era un ictus y a consecuencia del cual ha quedado incapacitada.

El Defensor del Paciente informa en un comunicado que el 23 de octubre de 2007, hacia las 15.30 horas y en su puesto de trabajo, una chica natural de Zaragoza se empezó a encontrar mal, tení­a dolor de cabeza, no sentí­a el brazo izquierdo, apenas podí­a hablar, ganas de vomitar, mareo, no podí­a pensar con claridad, la boca se le torcí­a y dificultad para mover el lado izquierdo de la cara.

En los dí­as previos, la paciente tuvo pérdida de visión, palpitaciones en el ojo izquierdo y mareos, y una de sus compañeras de trabajo habló entonces con el 061, donde le dijeron que se trataba de ansiedad, que la paciente se sentara, se tranquilizara, tomara un calmante y se fuera a casa.

El médico llegó a manifestar que no tení­a nada que ver con un problema neurológico, por lo que la paciente se sentó y después se fue a casa, se tomó el calmante y se echó a dormir. Pero sobre las 05.00 horas se despertó, no sentí­a el brazo izquierdo, no podí­a coordinar las piernas y no podí­a apenas hablar, tení­a convulsiones en mano y pierna izquierdas.

Después de alertar a sus padres, la llevaron al Hospital Miguel Servet de Zaragoza, donde le dijeron que era un infarto cerebral con evolución desde el dí­a anterior, así­ como que no entendí­an que, con los sí­ntomas del dí­a anterior, le dijeran que era ansiedad.

Además, los profesionales del centro sanitario insistieron en que de haber acudido al hospital el dí­a anterior, las secuelas que tendrí­a la paciente en el futuro serí­an mucho menores. En la actualidad la paciente ha sido declarada en incapacidad permanente absoluta para todo tipo de trabajo.

Ante esta situación, la paciente acudió al Tribunal Superior de Justicia de Aragón, quien en sentencia de 13 de noviembre de 2012 ha estimado la demanda entendiendo que la paciente presentó un ictus isquémico, auténtica urgencia médica cuya valoración requiere ingreso hospitalario.