Descubren una célula responsable del…

Investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford, en Palo Alto, California, Estados Unidos, han identificado una célula de la piel responsable de la formación de cicatrices y una molécula que inhibe la actividad de la célula. Según estos expertos, la molécula ralentizó la curación de heridas en ratones, pero alivió las cicatrices.

Los investigadores también descubrieron que la célula puede desempeñar un papel en el crecimiento del melanoma y en el daño a la piel causado por la radiación. Un fármaco que actúa en la misma forma que la molécula inhibidora ya está aprobado para uso en seres humanos como un tratamiento para la diabetes tipo 2, por lo que podrí­a potencialmente pasar rápidamente a ensayos clí­nicos para el tratamiento de cicatrices y el melanoma.

 

“La carga biomédica de la cicatrización es enorme –destaca Michael Longaker, codirector del Instituto Stanford de Biologí­a de Células Madre y Medicina Regenerativa–. Alrededor de 80 millones de incisiones de un año en este paí­s se curan con una cicatriz y eso es sólo en la piel. La cicatrización interna es responsable de muchas patologí­as médicas, incluyendo la cirrosis hepática, la fibrosis pulmonar, adherencias intestinales e, incluso, el daño que queda después de un ataque al corazón”.

Las cicatrices se componen principalmente de colágeno, una proteí­na fibrosa secretada por un tipo de célula que se encuentra en la piel llamada fibroblasto. El colágeno es uno de los principales componentes de la matriz extracelular, una red tridimensional que soporta y estabiliza las células en la piel.

Hace 25 años, Longaker observó que antes del tercer trimestre de gestación, los fetos humanos se curan sin cicatrización, además de que muchos animales se curan sin dejar cicatriz.”Somos la única especie que se curan con una cicatriz patológica, llamada queloide, que puede crecer demasiado el sitio de la herida original”, destaca Longaker. “Los seres humanos son una especie rodeadas de piel y la cicatrización es un evento evolutivo tardió que probablemente surgió en respuesta a una necesidad como cazadores-recolectores de sanar rápidamente para evitar la infección o la detección por los depredadores. Hemos evolucionado para la curación rápida”, explica el investigador de este trabajo, que se detalla en un artí­culo publicado este viernes en ‘Science’.