Descubren que los fármacos usados…

En la imagen, una paciente toma su medicación.Una clase de medicamentos, llamados inhibidores de la ECA, que se utilizan para disminuir la presión arterial, reducen la tasa de deterioro cognitivo tí­pico de la demencia, según sugiere una reciente investigación publicada en la revista digital ‘BMJ Open’. Además, estos fármacos pueden incluso aumentar el poder de concentración y memoria del cerebro, tal y como resaltan los investigadores.

Los cientí­ficos compararon las tasas de declive cognitivo en 361 pacientes, con edad media de 77 años, que no habí­an sido diagnosticados de la enfermedad de Alzheimer, demencia vascular o una mezcla de ambos, y, de los cuales, el 85 por ciento de los pacientes ya estaban tomando inhibidores de la ECA mientras el resto no. Los autores también evaluaron el efecto de los inhibidores de la ECA en el poder del cerebro de 30 pacientes a quienes se les prescribieron recientemente estos fármacos, durante sus primeros seis meses de tratamiento

Entre 1999 y 2010, se evaluó el deterioro cognitivo de cada paciente utilizando el Examen Estandarizado del Estado Mini Mental (SMMSE, en sus siglas en inglés) o el rápido deterioro cognitivo leve (Qmci) en dos ocasiones distintas con seis meses de diferencia. En comparación con los que no tomaban inhibidores de la ECA, los que ingerí­an estos medicamentos experimentaron tasas marginalmente más lentas de declive cognitivo.

Asimisimo, en aquellos cuya capacidad cerebral habí­a sido evaluada por Qmci, que es un examen más sensible que SMMSE, la diferencia era pequeña, pero significativa. El poder del cerebro de los pacientes con inhibidores de la ECA recién prescritos mejoró durante el periodo de seis meses, en comparación con los que ya los tomaban anteriormente y quienes no tení­an un tratamiento con estos fármacos.

Por último, según los investigadores, esto podrí­a deberse a que los pacientes se adhirieron mejor a su régimen de medicación o podrí­a ser un subproducto de un mejor control de la presión arterial o la mejora del flujo de sangre al cerebro. Tal y como destacan los autores, es la primera vez que hay evidencia que sugiere que la presión arterial baja con la medicación no sólo puede frenar el deterioro cognitivo sino también mejorar la capacidad cerebral.