Descubren que las dietas vegetarianas…

Cientí­ficos del Centro Nacional Cerebral y Cardiovascular de Osaka, en Japón, asegura que las personas que basan su alimentación en el consumo de frutas, legumbres y verduras suelen tener la presión arterial más baja, lo que podrí­a convertir a las dietas vegetarianas en una nueva herramienta para combatir la hipertensión sin necesidad de tomar medicamentos.

Así­ se desprende de los resultados de una revisión de estudios publicada en la revista ‘JAMA Internal Medicine’, cuyos autores recuerdan que estas dietas, cuya principal caracterí­stica es la omisión de cualquier tipo de carne, sí­ pueden incluir también productos lácteos, huevos o pescado en determinados casos pero, sobre todo, hacen hincapié en el consumo de alimentos de origen vegetal, principalmente verduras, frutas, legumbres y cereales Actualmente, la hipertensión representa uno de los principales factores de riesgo de las enfermedades cardiovasculares y otros trastornos, como los derrames cerebrales o los problemas de riñón, y para muchos afectados el único tratamiento posible era el uso de fármacos antihipertensivos, con los costes y posibles efectos adversos que puede conllevar, ha reconocido Yoko Yokohama, autora de la investigación.

De acuerdo con la Asociación Americana del Corazón, la presión arterial está a niveles normales cuando la presión sistólica está por debajo de 120 milí­metros de mercurio (mmHg) y la diastólica por debajo de 80. Y a partir de 140/90, se considera que un paciente tiene ya una presión arterial elevada. En esta revisión de estudios, Yokohama y su equipo revisaron los resultados de 39 investigaciones, 32 de ellas observacionales en las que los participantes elegí­an su propia dieta, y siete ensayos controlados. En total, contaban con datos de cerca de 22.000 personas.

Los investigadores vieron que en los estudios observacionales las personas que habí­an estado comiendo una dieta vegetariana tení­an una presión arterial sistólica media 7 mmHg más baja que quienes comí­an carne, mientras que la presión diastólica, era unos 5 mmHg más baja. Por su parte, en los participantes en los ensayos clí­nicos que fueron seleccionados para seguir una dieta vegetariana tení­an de media una presión arterial sistólica 5 mmHg más baja y una presión arterial diastólica 2 mmHg menor que los participantes en los grupos de control.