Descubren que la inhibición de…

En la imagen, investigadores clí­nicos en un laboratorio.Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Cientí­ficas (CSIC) y el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) han descubierto que la inhibición de la proteí­na Rcan1 en ratones reduce la carga de la aterosclerosis, lo que podrí­a convertirse en una diana terapéutica para futuros fármacos contra una de las enfermedades cardiovasculares más frecuentes.

Precisamente, la investigadora del CNIC Nerea Méndez, primera firmante del estudio, explica que el trabajo ha consistido en estudiar los mecanismos moleculares implicados en la formación y progresión de las placas de aterosclerosis en ratones alimentados con una dieta rica en grasas y colesterol.

Aunque ya se sabí­a que este tipo de alimentación aumenta el riesgo de aterosclerosis, el nuevo trabajo que publica la revista ´EMBO Molecular Medicine´ demuestra que lo hace elevando la expresión de la proteí­na Rcan1. “Hemos visto no solo que la expresión de esta proteí­na es mucho más elevada en arterias aterosclerósticas, sino que su ausencia reprime notablemente el desarrollo de la enfermedad, ya que inhibe la acumulación de macrófagos en las placas y favorece la aparición de caracterí­sticas antiinflamatorias en dichos macrófagos”, añade el doctor Miguel Campanero, investigador del Instituto de Investigaciones Biomédicas Alberto Sols y codirector del trabajo junto al doctor Juan Miguel Redondo, del CNIC.

La aterosclerosis es una patologí­a muy común en todo el mundo y está ligada al estilo de vida que prevalece en la actualidad, dieta inadecuada y sedentarismo. La enfermedad se produce cuando en el interior de las arterias se depositan placas de colesterol LDL y otras grasas, lo que provoca la activación y reclutamiento de monocitos, un tipo de glóbulos blancos que se transforman en macrófagos y ´engullen´ las partí­culas del colesterol LDL, también conocido como colesterol malo.

Por último, esto, sin embargo, no es positivo sino que estimula el reclutamiento de células inflamatorias adicionales y favorece que se deposite más colesterol. Con el tiempo, la arteria afectada no solo acumula las grasas sino también calcio, lo que hace que la placa se endurezca y se estreche la arteria, impidiéndose así­ que la sangre circule con fluidez. Este proceso puede tener dos consecuencias negativas: la ruptura de las placas, que darí­a lugar a hemorragias internas y la formación de coágulos de sangre dentro de las arterias.