Descubren que el cerebro se…

Un médico observa una prueba diagnóstica para detectar un accidente cerebrovascular.

Un grupo de investigadores de la Universidad de Oxford (Reino Unido) acaba de descubrir en ratas el origen de una capacidad innata del cerebro para protegerse del daño que se produce en el accidente cerebrovascular.

Los cientí­ficos de esta investigación, cuyos resultados fueron publicados en la prestigiosa revista cientí­fica ‘Nature Medicine’, esperan que su hallazgo ayude en el tratamiento de apoplejí­a y la prevención de otras enfermedades neurodegenerativas en el futuro. ‘Hemos demostrado por primera vez que el cerebro tiene mecanismos que puede utilizar para proteger y mantener las células del cerebro vivas’, dice el profesor Alastair Buchan, jefe de la División de Ciencias Médicas y decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Oxford, quien dirigió el trabajo, financiado por el Medical Research Council de Reino Unido y el Instituto Nacional para la Investigación en Salud.

El accidente cerebrovascular se produce cuando el suministro de sangre a una parte del cerebro se corta y, entonces, las células cerebrales se ven privadas de oxí­geno y de nutrientes que necesitan para funcionar correctamente, por lo que comienzan a morir. ‘Las células empiezan a morir en algún lugar a los minutos o a lo sumo tras una o dos horas después del evento’, afirma el profesor Buchan. Esto explica por qué el tratamiento para el accidente cerebrovascular depende tanto de la velocidad con la que se comience a administrar. Cuanto más rápido se pueda llegar al hospital, tener un escaner cerebral y recibir fármacos para disolver cualquier coágulo de sangre y que el flujo de sangre vuelva a empezar, menos daño se hará a las células cerebrales.

Esto también ha motivado la búsqueda sin éxito hasta ahora de ‘neuroprotectores’: fármacos que puedan ganar tiempo y ayudar a las células cerebrales, o neuronas, a hacer frente a los daños y recuperarse después. El grupo de investigación de la Universidad de Oxford ha identificado el primer ejemplo de que el cerebro tiene integrado su propia forma de neuroprotección, llamada ‘neuroprotección endógena’.

Se ha sabido desde 1926 que las neuronas en un área del hipocampo, la parte del cerebro que controla la memoria, son capaces de sobrevivir al ser privadas de oxí­geno, mientras que otras en un área diferente del hipocampo mueren, pero la protección del daño de ese conjunto de células seguí­a siendo un misterio hasta ahora. ‘Estudios anteriores se han centrado en la comprensión de cómo las células mueren después de ser desprovistas de oxí­geno y glucosa. Se consideró un enfoque más directo mediante la investigación de los mecanismos endógenos que han evolucionado para hacer que estas células en el hipocampo resistan’, explica el autor principal, el doctor Michalis Papadakis, director cientí­fico del Laboratorio de Isquemia Cerebral en la Universidad de Oxford.

Trabajando con ratas, los cientí­ficos hallaron que la producción de una proteí­na especí­fica llamada hamartina permite que las células sobrevivan a pesar de la falta de oxí­geno y glucosa, como sucederí­a después de un accidente cerebrovascular. Estos expertos demostraron que las neuronas mueren en la otra parte del hipocampo debido a la falta de la respuesta hamartina. El equipo fue capaz de descubrir que estimular la producción de hamartina ofrece una mayor protección a las neuronas. Buchan explica: ‘Esto está causalmente relacionado con la supervivencia celular. Si bloqueamos la hamartina, las neuronas mueren cuando el flujo sanguí­neo se detiene. Si damos un espaldarazo a la hamartina, las células sobreviven una vez más’.