Descubren más de 40 genes que determinan la agresividad del melanoma
El melanoma puede llegar a sufrir 80.000 mutaciones a lo largo de su desarrollo, y es el que más riesgo tiene de sufrir metástasis, es decir, de extenderse a varios órganos.
La investigación, que ha durado más de seis años, ha sido liderada por el equipo investigador de María Soengas, jefa del grupo de Melanoma del CNIO. En una entrevista concedida a la Cadena SER, la investigadora afirma que el objetivo era “determinar por qué este tipo de cáncer es tan agresivo y tan diferente a otros tumores que se desarrollan en el organismo”. Los investigadores descubrieron que las funciones de estos 40 genes son comunes, entre ellos, la autodigestión celular.
Esta función de autolimpieza celular , que favorece el desarrollo del tumor, tiene una parte ventajosa para la actuación de fármacos contra esta enfermedad. “Las células tumorales -afirma la investigadora- contienen unas vesículas llamadas endosomas que son como una especie de puertas abiertas que permiten el desarrollo de estas células pero, a la vez, permiten introducir fármacos de manera selectiva para intentar frenar su avance”. “Hace años descubrimos un compuesto que ataca las células de melanoma, de cáncer de mama , de páncreas, y ahora, sabiendo como entra en las células tumorales nos permitirá mejorar la actividad de este medicamento”.
El grupo de Bioinformática del CNIO ha sido clave para poder comparar 900 líneas celulares de hasta 35 tipos tumorales e identificar aspectos únicos del melanoma. Ahora el paso más difícil pero más interesante para un científico es como desarrollar este medicamento . “El CNIO ha constituído una empresa denominada Bioncotech Therapeutics para poder desarrollar el compuesto en fase de clínica”.
Con esta publicación en Cancer Cell y con los trabajos anteriores del Grupo de Melanoma “se culminan esfuerzos desarrollados en paralelo pero con un origen común: el desarrollo de nuevos fármacos que aprovechan la autodigestión celular como mecanismo terapéutico”. Los autores han trabajado en colaboración con investigadores del Memorial Sloan Kettering Cancer Center de Nueva York, así como con dermatólogos y patólogos del Hospital 12 de Octubre en Madrid, expertos en el diagnóstico y tratamiento del melanoma. El trabajo ha contado con financiación del Ministerio de Economía y Competitividad, el Instituto de Salud Carlos III, la Melanoma Research Foundation, American Cancer Society, la Fundación Mutua Madrileña y la Fundación La Caixa.