Descubren los mecanismos moleculares de…

Un equipo de internacional de cientí­ficos ha descubierto el mecanismo molecular que permite el bombeo del corazón y el movimiento de gran parte de la musculatura del cuerpo (el músculo esquelético), y que, cuando falla o no se produce, provoca la muerte súbita o enfermedades degenerativas graves.

El estudio, realizado por investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, y del Instituto Max Planck de Alemania, se publica hoy en la revista especializada Cell Metabolism. El corazón y el músculo esquelético son órganos contráctiles que soportan funciones fisiológicas vitales como la circulación de la sangre y el movimiento del cuerpo. «Ambos órganos funcionan gracias a una estructura llamada sarcómero, que hace que se contraigan las células del corazón (en cada latido) y las de los músculos del cuerpo: los faciales, los del abdomen, los de las extremidades, etc», explica en declaraciones a Efe el investigador del CNIC y de la UAM, y primer autor del estudio, Pablo Gómez de Arco.

Sin embargo, el sarcómero está formado por proteí­nas distintas en el corazón y en el músculo, aunque tienen la misma función. En el estudio, los investigadores eliminaron en ratones una de las proteí­nas del tejido cardí­aco (la Chd4). «Al suprimirla, vimos que el corazón expresa las proteí­nas propias del músculo esquelético y el músculo esquelético expresa las proteí­nas propias del músculo cardí­aco. Es decir, la misma proteí­na hace la misma función en ambos tejidos, pese a tener distinto origen embrionario», explica Gómez del Arco. Ese fallo en la regulación de la expresión de estas proteí­nas del sarcómero tiene graves consecuencias, «ya que hacen que se forme una ‘célula hí­brida’ que expresa ambos tipos de proteí­nas, y el sarcómero se desestructura y no funciona correctamente». Y cuando esto ocurre en el corazón, se produce una insuficiencia cardí­aca que provoca la muerte súbita del animal, mientras que si ocurre en el músculo esquelético, «éste se atrofia y degenera en dolencias similares a las distrofias musculares que ocurren en el resto del cuerpo», apunta el investigador del CNIC y director del estudio, Juan Miguel Redondo.

«A nivel básico, la investigación es muy importante porque rompe un dogma en este tipo de proteí­nas. Hasta ahora se pensaba que sólo actuaban durante el desarrollo embrionario pero se desconocí­a que tení­an una función tan importante en tejidos maduros, ya formados». El siguiente paso es determinar si en alguna enfermedad humana del músculo estriado ésta proteí­na puede estar mutada o alterada y relacionar los resultados del estudio con alguna patologí­a humana (como las distrofias musculares, por ejemplo).