Descubiertas nuevas claves de la…

El descubrimiento de nuevas claves para determinar el genoma de los principales tipos de cáncer de leucemia linfática crónica podrí­a permitir, en un futuro, desarrollar fármacos especí­ficos para contrarrestar sus efectos.

El descubrimiento, que ha estado dirigido por el doctor en Bioquí­mica y Biologí­a Molecular de la Universidad de Oviedo, Carlos López-Otí­n, y por el doctor Elí­as Campo, del Hospital Clí­nico de Barcelona, fue presentado en rueda de prensa y se dará a conocer entre la comunidad cientí­fica el próximo 7 de septiembre en el congreso de la Sociedad Española de Bioquí­mica y Biologí­a Molecular (Sebbm) en Sevilla, en la que se darán cita más de 2.000 investigadores de todo el mundo, incluyendo a 5 premios Nobel.

López- Otí­n señaló que, pese a que se ha tardado muchos años en descubrir el genoma de un tumor, (el primero se secuenció hace tan solo tres años), en la actualidad ya se permite analizar genomas en un tiempo y a un coste “relativamente asequible”. De esta forma, Otí­n explicó que tras dos años de investigación, su equipo ha descubierto los cuatro principales tipos de leucemia linfática crónica, la más común en los pacientes.

“Tardamos dos años para completar los cuatro primeros genomas de leucemia linfática: dos con enfermedad agresiva y dos con enfermedad indolente. Desarrollamos una tecnologí­a informática que nos permitió identificar las mutaciones que se producí­an para después validarlas en 300 pacientes de leucemia que tuvieran ya las mutaciones identificadas.

Así­, el 7 de julio del pasado desciframos el genoma de los cuatro primeros pacientes, lo cual fue un hito para nosotros”, indicó el doctor, quien aseguró haber descubierto más de 1.000 mutaciones en cada uno de los genomas de cada paciente.

Sin embargo, el doctor manifestó estar ante un gran avance ya que “esto permitirá desarrollar fármacos especí­ficos para contrarrestar los efectos de estas mutaciones”.

“Así­, en un futuro, a cada paciente se le hará un test que determinará el perfil genético de su tumor, y se le administrará el fármaco más adecuado de entre los disponibles, una medicina personalizada y diseñada a medida de los genes de cada paciente”. Añadió.

Asimismo López-Otí­n explicó la relación entre el cáncer y el envejecimiento. “Tras investigar en ratones mutados genéticamente con los genes afectados por el cáncer, descubrimos que no solo no desarrollaban la enfermedad, sino que protegí­an al ratón de la misma. Sin embargo observarnos que el ratón habí­a envejecido en cuatro meses, lo que habrí­a hecho de forma natural en 3 años”, explicó.

Así­, López-Otí­n señaló que tras investigar la relación entre el cáncer y el envejecimiento pudieron descubrir cuál era el gen causante del sí­ndrome de Hutchinson-Gilford, una enfermedad rara que afecta a un niño de entre 4 y 8 millones, y que provoca “una aceleración desbocada del reloj de la vida. En pocos años el organismo experimenta todas las transformaciones que habitualmente acontecen en varias décadas”.

“Existe una molécula tóxica llamada ‘prelamina’ que se une a la célula impidiendo que se desarrolle el cáncer, pero que genera un envejecimiento acelerado”, señaló

“Esto abre una nueva etapa en la investigación del envejecimiento porque en un futuro tendremos posibilidades de rejuvenecer basándonos en alteraciones genéticas y cambios genéticos y con tratamiento farmacológicos que permitan la longevidad”, concluyó el doctor.