Desarrollan un modelo genético en…

Investigadores de el Hospital Vall d’Hebrón, el Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Raras (CIBERER), el Hospital 12 de Octubre y la Universidad Europea de Madrid han desarrollado un nuevo modelo genético que permite el estudio de enfermedades neuromusculares.

En concreto, los investigadores del Grupo de Patologí­a Mitocondrial y Neuromuscular del Vall d’Hebrón Institut de Recerca (VHIR), liderados por los doctores Ramón Martí­ y Antonio L. Andreu, han desarrollado un modelo de ratones, modificados genéticamente, que permite reproducir con gran exactitud los sí­ntomas de las enfermedades causadas por defectos en el almacenamiento de glucógeno.

Los resultados de este trabajo, que ha sido publicado recientemente en la revista ‘Brain’, suponen un punto de inflexión en el estudio de las enfermedades neuromusculares como, por ejemplo, la distrofia muscular de Duchenne o patologí­as como las de McArdle o la fibrosis quí­stica, todas ellas de muy difí­cil abordaje por su complejidad.

Actualmente hay 239 casos de afectados por enfermedad de McArdle documentados en toda España, aunque los expertos están convencidos de que esa enfermedad está infradiagnosticada. Según ha explicado el investigador del Centro de Excelencia de Investigación en Salud y Ciencias de la Vida de la Universidad Europea de Madrid, Alejandro Lucí­a, las manifestaciones clí­nicas van desde personas incapaces de llevar a cabo actividades cotidianas, debido a la intolerancia extrema a cualquier ejercicio, hasta personas que ajustan su actividad con entrenamiento, fisioterapia e ingesta de glucosa, justo antes del ejercicio, consiguiendo una adaptación biológica al McArdle y una adaptación de su vida a la enfermedad.

Por tanto, se trata de un estudio llevado pionero y único donde se ha conseguido reproducir la enfermedad de McArdle de manera muy parecida a la de los humanos, a diferencia de los demás modelos existentes para enfermedades musculares.

La enfermedad de McArdle provoca una falta de disponibilidad de glucosa que bloquea la actividad muscular y se manifiesta, principalmente, por intolerancia al ejercicio, calambres y rotura de fibras musculares o rabdomiólisis que provoca la presencia de orinas oscuras tras el ejercicio o mioglobina en orina –mioglobinuria–. En extremo, estas proteí­nas liberadas en la sangre pueden producir una insuficiencia renal aguda.

Por ello, la creación de este modelo posibilita el estudio en profundidad de la fisiopatologí­a de esta enfermedad, así­ como una buena aproximación terapéutica para el estudio de otras alteraciones neuromusculares. Además, se basa en la introducción de la mutación ‘p.R50X’, que se encuentra en más del 50 por ciento de las personas afectadas. Esta mutación tiene la ventaja de que sólo afecta a un tejido en concreto y la función de éste puede ser evaluada con precisión.

Esto permite que el estudio también pueda ser muy útil para otras enfermedades que también tienen su origen genético en lo que se conoce como mutaciones ‘codón stop’ o codón de terminación prematura. El codón es el triplete de nucleótidos que codifica la sí­ntesis de un determinado aminoácido.

En cambio, el ‘codón stop’ sólo señala el lugar donde finaliza la codificación de una proteí­na y actúa como una especie de punto y final en el proceso de traducción de la información genética. En ocasiones, se producen mutaciones puntuales en la secuencia de ADN que generan la aparición prematura de un ‘codón stop’, que impide que se complete la traducción de la proteí­na original.

“El modelo tiene una gran importancia, ya que podrá ser utilizado para explorar nuevos enfoques farmacológicos basados en la supresión de los efectos de los codones de terminación prematuros, así­ como para ensayos de terapia génica, una de las alternativas en estos pacientes”, ha concluido Martí­.