Desarrollan un dispositivo inalámbrico que…

Una ingeniera de la Universidad de Stanford, en Estados Unidos, Ada Poon, ha inventado una manera de transferir de forma inalámbrica energí­a al interior del cuerpo y, a continuación, usar esa energí­a para hacer funcionar pequeños dispositivos médicos electrónicos como marcapasos, estimuladores nerviosos, o nuevos sensores y aparatos aún por desarrollar.

Los avances realizados por esta experta, que se detallan en la edición de este lunes de ‘Proceedings of the National Academy of Sciences’ (PNAS), culminan años de esfuerzos de Ada Poon, profesora asistente de Ingenierí­a Eléctrica, con el objetivo de eliminar las voluminosas baterí­as y los incómodos sistemas de recarga que impiden que los dispositivos médicos se usen más ampliamente. La tecnologí­a podrí­a proporcionar un camino hacia un nuevo tipo de medicina que permita a los médicos tratar enfermedades con la electrónica en lugar de los fármacos. “Tenemos que hacer estos dispositivos lo más pequeños posibles para implantar más fácilmente dentro del cuerpo y crear nuevas formas de tratar enfermedades y aliviar el dolor”, afirma Poon.

El artí­culo describe cómo el equipo de esta investigadora construyó un dispositivo electrónico pequeño, del tamaño de un grano de arroz, que actúa como un marcapasos y puede ser alimentado o recargarse de forma inalámbrica mediante una fuente de alimentación de aproximadamente el tamaño de una tarjeta de crédito colocada por encima del dispositivo, fuera del cuerpo. El descubrimiento es un gran avance de la ingenierí­a al crear un nuevo tipo de transferencia de energí­a inalámbrica que puede penetrar con seguridad en el interior del cuerpo, utilizando más o menos la misma potencia que un teléfono móvil. Como Poon escribe en el artí­culo, un laboratorio independiente que analiza los teléfonos móviles ha detectado que su sistema estaba bastante por debajo de los niveles máximos de exposición seguros para las personas.

Por último, su laboratorio probó este sistema de carga inalámbrica en un cerdo y lo utilizó para alimentar un pequeño marcapasos en un conejo, por lo que actualmente está preparándolo para realizar ensayos en humanos. En caso de que estos test tengan resultados positivos y muestren que el dispositivo resulta exitoso, pasarí­an varios años hasta satisfacer los requisitos de seguridad y eficacia para usar este sistema de carga inalámbrica en los dispositivos médicos comerciales.