El Comisariado Europeo del Automóvil (CEA) denució ayer que, ante la duda de una posible falsificación de la tarjeta de aparcamiento que poseen las personas con movilidad reducida, los controladores del Servicio de Estacionamiento Regulado del Ayuntamiento de Madrid están optando preferentemente por multar al propietario del vehí­culo, lo que ha provocado “un aumento indiscriminado de sanciones a personas con discapacidad” que no incumplen norma alguna.

Precisamente, CEA ha señalado que esta forma de comportarse de los controladores del SER de la capital, que “deciden multar ante la duda de la legalidad de la tarjeta de minusválidos, expedidas según el modelo europeo por otros ayuntamientos distintos al de Madrid”, choca contra “un derecho fundamental como es la presunción de inocencia”. “No se comprende que sea el automovilista quien tenga que molestarse en demostrar que es inocente, ya que una vez notificada la sanción debe dirigirse a la Administración para presentar toda la documentación original o fotocopia compulsada que le autoriza a disponer de este distintivo para dejar sin efecto la multa”, han señalado desde CEA.

Como prueba de esto, CEA ha puesto como ejemplo el caso de uno de sus socios, cuyo vehí­culo está a nombre de un menor minusválido. El Ayuntamiento de Madrid le notificó una sanción por aparcamiento en una zona habilitada para discapacitados. En ese momento se contestó identificando a la madre del menor como la conductora, pero el Ayuntamiento de Madrid continuó enviando las notificaciones a nombre del menor desestimando todos los recursos. Cuando se agotó la ví­a administrativa, la Asesorí­a Jurí­dica de CEA llevó el caso a un juzgado de lo contencioso-administrativo, que finalmente dictó sentencia “dejando sin efecto la multa”, ya que “el expediente deberí­a haber sido archivado” porque el distintivo era original y se estaba notificando de manera errónea.

Por último, el Comisariado Europeo del Automóvil cree que se debe tener especial cuidado y sensibilidad con el colectivo de conductores que poseen la tarjeta de minusválidos, ya que la utilidad de esta es para que sus beneficiarios puedan estacionar y bajarse del coche sin peligro.