La Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (Fadsp) denunció que tanto el elevado precio de los medicamentos prescritos como el copago provocan una significativa dificultad en el acceso a medicinas para parados y pensionistas.

Con motivo de la presentación del informe ‘La asistencia sanitaria tras los recortes y los planes de sostenibilidad’, la Fadsp afirmó este jueves que el sistema sanitario de la Comunidad de Madrid tiene graves problemas de demoras en la atención. Asimismo, la federación denunció que se está generando una barrera en el acceso a las prestaciones farmacéuticas en las personas con rentas bajas. El 14,76% de los encuestados señalaron que habí­an dejado de consumir algún medicamento por motivos económicos. Este sector se identifica con el grupo de encuestados con ingresos familiares inferiores a 1.000 euros. “Es un hecho muy preocupante. El porcentaje de personas en desempleo que no consumen medicamentos prescritos es muy alto, y lo mismo ocurre con los pensionistas. En la práctica, se les está negando el derecho a la protección a la salud reconocido en la Constitución”, destacó el portavoz de la Fadsp, Marciano Sánchez Bayle.

A este respecto, la federación critica la falta de acciones solidarias y ayudas por parte de la Comunidad de Madrid: “Ninguna administración sanitaria ha hecho el menor esfuerzo en comprobar las consecuencias de esta reducción en las recetas retiradas de las oficinas de farmacia, más allá de congratularse en los ahorros económicos”. El informe se ha elaborado a través de 1.107 encuestas realizadas a los usuarios de los centros sanitarios públicos, con el objetivo de obtener datos acerca del posible impacto que hayan tenido las medidas de los dos últimos años en el sector sanitario. De los encuestados, un 12,5% se encontraban en paro y el 31,4% eran pensionistas. Ambos grupos se identifican con aquellas personas más perjudicadas por los recortes y los planes de sostenibilidad, de acuerdo con la federación.

Por lo que se refiere a las listas de espera quirúrgica, de consulta especializada y de prueba diagnóstica, la Fadsp señaló que “los tiempos son claramente intolerables y desvelan que la información que aportan las administraciones es llanamente falsa. Y ya no sólo eso, sino que el maquillaje se les va de las manos. Las listas de espera son excesivas, merman la calidad y terminan siendo un peligro para la salud de los pacientes”. La Fadsp justificó la realización de este informe en la escasa transparencia de las administraciones sanitarias y la escasez de información pública: “La información pública existente está convenientemente ‘maquillada’, por lo que no es útil para conocer la realidad de la situación y solo es un elemento de confusión”. Para la elaboración del informe se llevó a cabo una encuesta sobre el uso de servicios sanitarios en el último año entre una muestra aleatoria de usuarios mayores de 18 años en un total de 46 centros sanitarios (entre centros de salud, consultas externas hospitalarias y centros de especialidades). También se tuvieron en cuenta datos de filiación, situación laboral e ingresos familiares, entre otros factores.

Por último, los resultados del informe se circunscriben a la Comunidad de Madrid. No obstante, la Fadsp considera que algunos datos son extrapolables al conjunto del Estado: “El tema del copago se puede extrapolar sin problema a nivel nacional, y las derivaciones seguramente también a muchas comunidades autónomas. Sin embargo, con el asunto de las listas de espera habrá más diferencias entre autonomí­as”. Asimismo, los responsables del informe señalaron que hubiese sido deseable llevar a cabo un análisis sobre el impacto que han tenido los recortes sobre la salud, la morbilidad y la mortalidad. No obstante, la dificultad de obtener datos contrastados y la coexistencia de distintos aspectos de la crisis que afectan simultáneamente a la salud impidieron esta posibilidad.